Detienen en Maracaibo a joven por espectáculo impúdico frente a La Chinita
La sesión fotográfica de un joven modelo en sitios emblemáticos de Maracaibo desata polémica y acusaciones de homofobia por parte de ONGs.
En un evento que ha capturado la atención y provocado debate en Maracaibo, Marcos Alfonso Carabello Díaz, un joven modelo de 26 años, fue detenido tras realizar una sesión de fotos en la que vestía atuendos que las autoridades consideraron «indecorosos». La sesión, que tomó lugar en sitios icónicos como la Plazoleta de la iglesia San Juan de Dios (Basílica), el Monumento a la Virgen, y la iglesia Santa Bárbara, ha sido señalada por perturbar el orden público y las buenas costumbres, según el reporte del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez).
El comunicado del Cpbez detalla la apertura de un expediente de investigación por las «imágenes implícitas» difundidas en redes sociales, donde Carabello Díaz aparece con prendas que simulan ser un ángel, una elección de vestuario que, según las autoridades, no tuvo en cuenta la presencia de menores y atentó contra las normas de la comunidad.
La detención no estuvo exenta de confrontación; al momento de su arresto, Carabello Díaz mostró una «conducta hostil», según el informe policial. Además, Nerio Antonio Bello Negrón, quien proveyó la vestimenta para la sesión, también fue detenido. Ambos se encuentran bajo custodia a la espera de acciones por parte de la Fiscalía 11 del Ministerio Público.
Las autoridades recopilaron varios objetos como evidencia, incluyendo dispositivos electrónicos, telas transparentes, un corsé, alas, botines, y preservativos. La investigación se extiende a una mujer, aún no identificada, que participó en la grabación del material.
La organización Caleidoscopio Humano ha calificado la detención como «homofóbica y arbitraria», destacando que no hubo desnudos ni actos sexuales en la sesión fotográfica. La declaración de la ONG resalta la preocupación por lo que consideran una manifestación de homofobia institucional, apuntando a un debate más amplio sobre la libertad de expresión artística y personal frente a las normativas sociales y legales en Venezuela.
Este incidente abre un espacio de reflexión sobre los límites entre el arte, la expresión personal y las percepciones de lo que se considera adecuado o moral en el espacio público, en un contexto donde la interpretación de las «buenas costumbres» enfrenta a la creatividad artística contra las normas establecidas.