Un revés judicial para el expresidente, que podría llevar el caso hasta la Corte Suprema en un intento de evitar su juicio en marzo.
Una corte federal de apelaciones rechazó este martes los argumentos del expresidente Donald Trump sobre su supuesta inmunidad para ser llevado a juicio por los presuntos actos criminales cometidos durante su mandato. Este dictamen surge en el contexto de sus esfuerzos por revertir los resultados de la elección de 2020, lo que culminó en el violento asalto al Capitolio el 6 de enero.
La resolución de la corte abre la puerta a que Trump, quien es casi seguro que recurrirá inmediatamente ante la Corte Suprema, busque evitar que su juicio se celebre en marzo como estaba previsto. La decisión del tribunal podría ser acelerada, dada la importancia del caso.
La campaña de Trump ha expresado su descontento a través de un comunicado emitido por el portavoz Steven Cheung, quien argumentó que, de no otorgársele inmunidad a Trump, «todos los presidentes que dejen su cargo serán llevados a juicio de inmediato por el partido contrario». Esta declaración pone de manifiesto la polarización política que rodea el caso.
El Tribunal de Circuito de Apelaciones de EE.UU. para el Distrito de Columbia, compuesto por un panel de tres jueces, concluyó que no existe fundamento para que Trump reclame inmunidad general frente a actos realizados como mandatario. Este dictamen representa un revés para el expresidente, quien enfrenta un total de cuatro casos penales y, a pesar de ello, se mantiene como el favorito para obtener la nominación presidencial republicana.
La posibilidad de que el juicio se realice antes de las elecciones es un tema crucial. El fiscal especial Jack Smith ha instado a la corte a acelerar el proceso, con el objetivo de que el juicio se lleve a cabo según el itinerario planeado. De ganar Trump la elección en noviembre, se encontraría en una posición que le permitiría solicitar la retirada de los cargos o incluso indultarse a sí mismo.
Trump ha apelado la acusación en su contra en Washington, enfrentando cuatro cargos criminales, incluyendo conspiración para defraudar al Gobierno y obstrucción de un procedimiento oficial. Ha declarado su inocencia frente a estas acusaciones. La jueza federal de distrito Tanya Chutkan rechazó previamente su petición de desestimar la acusación, basándose en la inmunidad presidencial y otras razones constitucionales. El caso permanece suspendido mientras continúa el proceso de apelación.