En un operativo policial en el Bronx detienen a varios miembros de una organización criminal que utilizaba motocicletas para cometer robos, liderada por migrantes recién llegados.
La policía de Nueva York desmanteló una banda dedicada a los robos, presuntamente integrada por migrantes. Los delincuentes, especializados en sustraer bolsos y celulares mientras montaban en motocicleta, operaban desde un apartamento en una vivienda pública en el Bronx. Esta célula criminal demostró ser particularmente escurridiza para las autoridades, dada la falta de antecedentes penales, fotografías, o incluso identidades claras de sus miembros.
Eric Caban, Comisionado de la policía de Nueva York, describió a los implicados como «delincuentes fantasmas», destacando los desafíos únicos que presentaron en su identificación y captura. Hasta el momento, al menos 14 personas han sido implicadas en esta operación, con siete arrestos ya efectuados. Sin embargo, el presunto líder de la banda, el venezolano Víctor Parra de 30 años, aún permanece prófugo.
Joseph Kenny, Jefe de detectives de la policía, reveló que la banda forma parte de «una sofisticada empresa criminal compuesta por migrantes que han llegado recientemente a Estados Unidos», muchos de los cuales viven en el sistema de albergues para migrantes. Además, sugirió posibles vínculos de algunos miembros con pandillas en Venezuela.
La estructura de pagos de la banda refleja la organización y la lucratividad de sus operaciones: el conductor de la moto recibía $100 dólares por robo, mientras que el ladrón ganaba entre $300 y $600 por cada robo. Con 147 víctimas ya identificadas, la policía continúa su labor para desarticular completamente esta red.
Este caso ha suscitado preocupaciones entre la comunidad migrante que utiliza motocicletas para trabajar, quienes piden no ser estigmatizados por las acciones de unos pocos. Antonio, un migrante venezolano, expresó: “No todos tenemos que pagar por lo mismo, cada quien es individual de hacer sus cosas”.
Recientemente un video de seguridad captó la golpiza a dos policías por supuestos solicitantes de asilo. Cuatro sospechosos relacionados con ese incidente fueron posteriormente arrestados en Arizona siendo liberados posteriormente.