En el funeral de Estado, el presidente chileno destaca la figura de Piñera como un consejero y servidor de la patria, más allá de las diferencias políticas.
En una ceremonia emotiva y repleta de reconocimientos, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ofreció un sincero homenaje al exmandatario Sebastián Piñera durante su funeral de Estado, celebrado en la antigua sede del Congreso Nacional en Santiago. Boric, destacando la capacidad de Piñera para trascender las diferencias políticas, lo describió como un líder que «abrió camino a una derecha moderna y democrática» en el país.
En su discurso, Boric rememoró los momentos en que, a pesar de sus conocidas discrepancias, Piñera nunca dudó en ofrecer su consejo y colaboración, especialmente en situaciones críticas como los recientes incendios en Viña del Mar. «Esto me hace afirmar que Sebastián Piñera siempre puso a Chile adelante, nunca se dejó llevar por el fanatismo», afirmó el presidente.
Aunque el expresidente Ricardo Lagos no pudo asistir, su ausencia fue compensada por la presencia de todos los ministros del gabinete de Boric, representantes de los poderes del Estado y de un amplio espectro político, demostrando el impacto transversal de Piñera en la política chilena.
La ceremonia prosiguió con un cortejo hacia la Catedral Metropolitana para una misa oficiada por el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, seguido de un último homenaje en La Moneda, antes de proceder al entierro de Piñera en el cementerio Parque del Recuerdo, en la cripta familiar.