El presidente de EE.UU. insta al Congreso a tomar medidas firmes en respuesta al violento incidente en Kansas City.
En respuesta al devastador tiroteo que marcó la celebración del Super Bowl en Kansas City, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho un llamado urgente a sus ciudadanos y al Congreso para implementar una prohibición de las armas de asalto, en un esfuerzo por frenar la creciente ola de violencia armada en el país. El incidente, que dejó al menos un muerto y más de 20 heridos, ha conmovido a la nación, llevando al mandatario a insistir en la necesidad de una acción legislativa decisiva.
«Los hechos de hoy deberían conmovernos, impactarnos, avergonzarnos y empujarnos a actuar», expresó Biden desde la Casa Blanca, haciendo referencia a la tragedia que transformó un momento de unión y celebración en una escena de dolor y luto para muchas familias estadounidenses. El presidente destacó el Super Bowl como el evento más unificador del país, lamentando profundamente que se haya visto ensombrecido por este acto de violencia.
Biden urgió a la población a alzar la voz ante el Congreso para exigir la prohibición de las armas de asalto, la limitación de cargadores de gran capacidad, el fortalecimiento de los controles de antecedentes y medidas para mantener las armas fuera del alcance de aquellos que no tienen derecho a poseerlas. Esta solicitud llega en un momento crítico, marcado por un alarmante aumento en los tiroteos masivos a lo largo de 2024, que han dejado a familias y comunidades destrozadas día tras día.
El presidente recordó el sexto aniversario del tiroteo en el instituto Marjory Stoneman Douglas en Parkland, donde 17 personas perdieron la vida, como un sombrío recordatorio de la urgencia de abordar la epidemia de violencia armada. Junto a la primera dama, Jill Biden, el presidente está orando por las víctimas y por la fortaleza del país para poner fin a esta «epidemia sin sentido».
El incidente en Kansas City, que ocurrió en las inmediaciones de Union Station durante la celebración de los Kansas City Chiefs, llevó a la detención de tres personas, incluyendo a dos individuos armados considerados sospechosos. La rápida respuesta de las autoridades y los servicios médicos ha sido crucial para atender a los heridos, muchos de los cuales se encuentran en estado crítico.
La comunidad de Kansas City, incluido el alcalde Quinton Lucas y el mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes, han expresado su conmoción y tristeza por los eventos, uniéndose en oración y solidaridad con las víctimas y sus familias.