Estados Unidos analiza y discute con aliados una nueva capacidad militar rusa en el espacio, enfocándose en el diálogo y la desescalada.
La Casa Blanca ha confirmado públicamente que Rusia ha desarrollado una nueva capacidad antisatélite, la cual ha sido calificada como «preocupante» por John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. Sin embargo, se ha enfatizado que esta tecnología emergente no se encuentra operativa en la actualidad y no puede causar «destrucción física» en la Tierra.
La confirmación de esta capacidad sigue a advertencias previas de representantes republicanos en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, quienes instaron al gobierno de Biden a desclasificar información sobre lo que consideran una grave amenaza para la seguridad nacional. A pesar de la preocupación expresada, la Casa Blanca ha buscado tranquilizar tanto a la población estadounidense como a la comunidad internacional, destacando que no existe una amenaza inmediata para la seguridad de nadie.
La capacidad antisatélite rusa, basada en el espacio, violaría un tratado espacial internacional al que Rusia se ha adherido, junto con más de 130 países. En respuesta a esta situación, la Casa Blanca ha indicado que buscará dialogar directamente con Rusia sobre el asunto, manteniendo un enfoque de desescalada y diálogo estratégico.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, estaba programado para informar a los legisladores sobre la amenaza rusa, en un esfuerzo por mantener informado tanto al Congreso como a los socios internacionales. A pesar de la preocupación, la administración de Biden ha enfatizado su compromiso con un proceso cuidadoso y estratégico para la desclasificación y divulgación de información de inteligencia.
La respuesta de Rusia a las preocupaciones de Estados Unidos ha sido de minimización, con el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, describiendo las afirmaciones como una treta para influenciar el apoyo del Congreso estadounidense a Ucrania. Mientras tanto, la Casa Blanca mantiene su enfoque en el compromiso privado y el diálogo como métodos preferidos para abordar la situación.