El Gobierno de Brasil convoca a embajadores tras la declaración de Lula da Silva como persona «non grata» por Israel.
En un episodio que ha marcado un punto álgido en las relaciones diplomáticas entre Brasil e Israel, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido declarado persona «non grata» por el Gobierno israelí. Esta medida responde a las declaraciones de Lula, quien comparó la ofensiva militar israelí en Gaza con los crímenes perpetrados por Adolf Hitler contra el pueblo judío durante el Holocausto.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, tomó medidas inmediatas al convocar al embajador israelí, Daniel Zonshine, a comparecer en el palacio Itamaraty de Río de Janeiro. Paralelamente, Brasil llamó a consultas a su embajador en Tel Aviv, Frederico Meyer, quien fue citado por el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, en el Museo del Holocausto de Jerusalén en un gesto cargado de simbolismo y que ha generado «enorme malestar» en la diplomacia brasileña.
«No perdonaremos ni olvidaremos: en mi nombre y en nombre de los ciudadanos de Israel, informé al presidente Lula de que es una personalidad ‘non grata’ en Israel hasta que se disculpe y se retracte de sus palabras», afirmó Katz.
Esta declaración resalta el profundo descontento del Gobierno israelí con las comparaciones hechas por Lula durante un viaje a Etiopía, donde criticó la desproporción de fuerzas en el conflicto entre Israel y Gaza.
La reacción brasileña no se ha hecho esperar. Celso Amorim, asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia, calificó de «absurdo» el gesto israelí de declarar a Lula persona «non grata». Por otro lado, Paulo Pimenta, ministro de la Comunicación de la Presidencia, enfatizó el compromiso de Brasil con la condena a los ataques terroristas de Hamás, al tiempo que criticó la falta de acción internacional frente a lo que describió como una «masacre de un pueblo».
Este conflicto diplomático se produce en un momento delicado, justo cuando Brasil se prepara para acoger la reunión de ministros de Exteriores del G20, lo que pone en relieve las tensiones en el escenario internacional y el papel de Brasil como actor relevante en la geopolítica mundial.