Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina, hace un llamado en Washington para reevaluar el apoyo estadounidense a Maduro y promover valores democráticos en la región.
Esta semana, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, ha puesto en relieve la política exterior de su país durante una visita clave a Washington, donde se espera que inste al Gobierno de los Estados Unidos a revisar su postura de acercamiento hacia el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Bullrich, quien ya ha mantenido conversaciones con el nuevo asesor de la Casa Blanca para Latinoamérica, Daniel Erikson, y otros altos funcionarios, pretende fortalecer la postura argentina contra lo que considera un apoyo estadounidense a una dictadura.
En el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un evento anual que congrega a la ultraderecha norteamericana, Bullrich expresó su descontento con la actual política de suavizar las sanciones económicas a Venezuela a cambio de acuerdos electorales.
«El continente tiene que tener valores democráticos (…) no se puede apoyar a dictaduras, no se puede cambiar dictadura por petróleo», afirmó la ministra, destacando la dureza de las últimas conversaciones entre Argentina y EE.UU. sobre este tema.
La ministra no solo busca apoyo para reevaluar la situación venezolana, sino también para iniciar un cambio político más amplio en Latinoamérica, citando la necesidad de confrontar no solo a Maduro en Venezuela sino también a Daniel Ortega en Nicaragua.
«Necesitamos todo el apoyo para que Argentina sea una luz del cambio», declaró, subrayando el papel crucial que juega la comunidad internacional en este esfuerzo.
La visita de Bullrich a Washington coincide con la participación del presidente argentino, Javier Milei, en la CPAC, donde se espera que comparta su visión frente a un público internacional. Además, Milei tiene programada una reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, quien, tras su participación en el G20 en Brasil, viajará a Buenos Aires. Este encuentro entre Milei y Blinken es visto como una oportunidad significativa para abordar temas bilaterales y regionales, incluyendo la política hacia Venezuela.