El expresidente boliviano responde a las propuestas de renovación en el MAS, marcando un nuevo capítulo en las tensiones internas del oficialismo.
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha intensificado las tensiones dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) al calificar a su exvicepresidente, Álvaro García Linera, como un «enemigo» y acusarlo de tener coincidencias con la derecha y el «imperio».
Esta acusación surge en respuesta a las declaraciones de García Linera, quien abogó por una renovación de liderazgos en el partido oficialista de cara a las elecciones generales de 2025.
Morales, al hablar en la radio Kawsachun Coca, criticó las opiniones de García Linera, especialmente su apoyo a la candidatura del actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, como la mejor opción para el MAS en los próximos comicios.
«Lo que me preocupa es cómo Álvaro puede coincidir con el imperio, con la derecha y la nueva derecha», expresó Morales, evidenciando una profunda discrepancia con su antiguo aliado.
La controversia se centra en la propuesta de García Linera de pasar el testigo a «otra generación de indígenas» dentro del MAS, en un intento por superar el «anclaje de los antiguos líderes» y dar paso a una «segunda fase» del Estado Plurinacional.
García Linera advirtió que una división entre Morales y el actual presidente Luis Arce podría fragmentar el voto del MAS y convertirlos en minorías.
Andrónico Rodríguez, cercano a Morales y mencionado como posible candidato, ha negado estar promoviendo su propia candidatura y subrayó su lealtad a las decisiones colectivas del sector, representado por las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
El distanciamiento entre Morales y Arce, marcado por disputas internas dentro del MAS desde finales de 2021, se ha agravado tras el congreso nacional del partido en Cochabamba, donde Morales fue nombrado «candidato único» para 2025, en ausencia de Arce. Las tensiones escalaron aún más con la decisión del Tribunal Supremo Electoral de anular dicho congreso.
Morales ha acusado repetidamente a Arce de «traición» y de intentar la «proscripción» del MAS, mientras que Arce lamenta que Morales se haya convertido en el «principal opositor» de su gobierno.