La candidata republicana busca financiación para continuar su carrera hacia el Supermartes, enfrentándose a la dominante presencia de Trump.
La aspirante republicana Nikki Haley se enfrenta a una encrucijada crítica en su camino hacia la nominación presidencial del partido tras sufrir una derrota significativa en Carolina del Sur, un estado considerado su bastión. Lejos de retirarse, Haley ha hecho un llamado a sus seguidores solicitando apoyo financiero para continuar su campaña hasta el Supermartes, un día clave donde se decide una gran cantidad de delegados.
«¿Puedes enviar una generosa donación hoy para ayudarme a pagar este próximo tramo crítico?», solicitó Haley en un mensaje a sus seguidores, marcando el tono de urgencia y compromiso con su campaña. Además, lanzó una camiseta con el lema «No fear» y los colores de la bandera nacional, simbolizando su determinación a seguir luchando.
La contienda en Carolina del Sur ha dejado a Haley con una desventaja significativa frente a Donald Trump, quien se llevó la gran mayoría de los delegados. A pesar de jugar en terreno familiar, Haley solo logró asegurar 3 delegados frente a los 47 de Trump, destacando la preferencia del electorado republicano por el expresidente.
Trump, por su parte, ha mantenido un tono comedido tras su victoria en Carolina del Sur, evitando mencionar a Haley directamente y enfocando su estrategia hacia los votantes moderados, según interpretaciones de The New York Times. Este cambio de estrategia sugiere un intento de Trump por atraer a aquellos votantes que, si bien están de acuerdo con sus políticas, rechazan su estilo confrontativo.
La persistencia de Haley en la carrera, a pesar de las adversidades, resalta la división dentro del Partido Republicano y el deseo de algunos sectores por una alternativa a Trump. Su campaña enfrenta ahora el reto de convencer a un electorado que, en estados futuros, parece inclinarse aún más hacia Trump, especialmente en aquellos donde solo pueden votar miembros del Partido Republicano.
Mientras tanto, la atención se desplaza hacia quién podría ser el compañero de fórmula de Trump si este gana la nominación, con especulaciones sobre la posibilidad de que elija a un perfil moderado que suavice su imagen divisiva. La candidatura de Haley, aunque considerada por muchos como anecdótica a esta altura, sigue siendo un reflejo de las tensiones y los debates internos que vive el Partido Republicano en el umbral de las elecciones de 2024.