La criptomoneda líder alcanza niveles históricos, impulsada por factores claves que prometen redefinir el mercado.
El Bitcoin, la vanguardia del mercado de criptomonedas, ha vuelto a sorprender al mundo financiero este miércoles al superar la barrera de los 60.000 dólares, alcanzando su nivel más alto desde el 18 de noviembre de 2021. Este notable ascenso, que sigue a un repunte que llevó la criptomoneda a sobrepasar los 57.100 dólares el martes, marca un punto de inflexión en la percepción de las criptomonedas como vehículos de inversión a largo plazo.
Con una ganancia del 6,6% a USD 60.600 y un incremento de más del 40% en lo que va de 2024, el Bitcoin se consolida como una de las inversiones más lucrativas del año, superando ampliamente las expectativas y las ganancias de otros activos financieros. Desde el pasado 23 de enero, cuando la moneda virtual descendió hasta los 38.500 dólares, ha experimentado un impresionante avance del 57 por ciento.
Simon Peters, analista experto en criptoactivos de la plataforma de inversión eToro, atribuye este fenómeno a varios factores clave. La reciente aprobación de los ETF de Bitcoin en efectivo, que han adquirido cantidades significativas de la criptomoneda, juega un papel crucial en este avance. La correlación del Bitcoin con el índice tecnológico Nasdaq, que amplifica las alzas del mercado tradicional, y el rompimiento de una barrera «técnica» al mantenerse por encima de los 57.000 dólares, son otros elementos que impulsan su valorización.
Además, la escasez del Bitcoin, con el 70% de todos los bitcoins en circulación no movidos en más de un año y la disminución de la cantidad disponible para compra, fortalece su posición como un bien escaso y codiciado. La creciente atención de inversores institucionales y la reciente legitimidad otorgada por la aprobación de los ETF de Bitcoin al contado por la SEC de los EE.UU., sumado a su potencial como protección contra la inflación, posicionan al Bitcoin en el radar de inversores con visión de futuro.
Sin embargo, Peters advierte sobre el efecto del «FOMO» (Fear of Missing Out), que puede llevar a decisiones impulsivas por parte de los inversores en un mercado tan volátil como el de las criptomonedas. Este miedo a «quedarse fuera» subraya la importancia de una estrategia de inversión bien considerada y basada en el conocimiento.
El ascenso del Bitcoin no solo refleja su consolidación como una inversión segura y lucrativa sino también señala un cambio de paradigma en el mundo financiero. Con la posibilidad de alcanzar nuevos máximos históricos, el futuro del Bitcoin y de las criptomonedas en general, parece más prometedor que nunca, invitando a inversores y espectadores a mantenerse atentos a su evolución en este apasionante mercado.