A pesar de un reciente episodio de gripe, el pontífice mantiene su compromiso con las audiencias programadas, demostrando su resiliencia ante las adversidades de salud.
En un acto de notable determinación y compromiso con sus deberes, el Papa Francisco ha retomado su agenda sin alteraciones este jueves, tras una breve visita al hospital Gemelli en Roma para someterse a pruebas diagnósticas debido a varios días de malestar por síntomas gripales. El pontífice, que celebró la audiencia general del miércoles ante miles de fieles, aunque algo resfriado, optó por que un colaborador leyese la catequesis en su lugar, poniendo de manifiesto su compromiso con la salud y el bienestar de la comunidad.
Entre las audiencias de hoy, destacan encuentros con figuras eclesiásticas de alto perfil, como los obispos de Emilia-Romaña, el cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; el Padre Andrzej Komorowski, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, y el patriarca de Lisboa, Rui Manuel Sousa Valério, evidenciando la continua labor del Papa en fortalecer los lazos dentro de la Iglesia y promover iniciativas de vida y fe.
Pese a la preocupación inicial por su salud, el Vaticano no ha comunicado los resultados de las pruebas, manteniendo la privacidad y enfocándose en la pronta recuperación del Papa. Este episodio de gripe sigue a una bronquitis que el Papa sufrió a finales de noviembre, lo que le obligó a cancelar algunos actos y a ser sustituido en la lectura de sus discursos. Sin embargo, tras una adecuada convalecencia, Francisco retomó plenamente sus actividades, incluso participando en el tradicional homenaje a la Virgen de la Inmaculada en diciembre.