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Roberto Marrero analiza el panorama político venezolano y el juego estratégico del gobierno

Entre dilaciones y estrategias, el gobierno juega sus cartas en el tablero político venezolano, según explica Marrero en una entrevista reveladora.

En una entrevista este miércoles con Oscar Haza en Mega TV, Roberto Marrero, destacado miembro de la oposición venezolana, arrojó luz sobre las complejas maniobras políticas del gobierno venezolano y su impacto en el escenario político actual.

Marrero, conocido por su análisis agudo, no dudó en señalar las contradicciones y estrategias que, según él, emplea el gobierno para mantenerse en el poder y debilitar a la oposición.

«Más que un desconocimiento oficial, es una declaración política que está para que hablemos de ese tema», dijo Marrero refiriéndose al nuevo acuerdo con el cual el régimen de Nicolás Maduro amenaza con sustituir al Acuerdo de Barbados. Este acuerdo, que sirve de marco de referencia para las discusiones políticas en Venezuela entre el gobierno y la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, parece ser utilizado por el gobierno como una herramienta de provocación contra la oposición.

A pesar de las aparentes dilaciones, Marrero asegura que el gobierno convocará elecciones en un lapso que cumpla con los términos del Acuerdo de Barbados, evidenciando una estrategia de distracción más que de ruptura.

La entrevista también abordó los resultados de la encuesta más reciente de Datincorp, la cual, según Marrero, busca «ablandar la opinión pública» ante una eventual sustitución de María Corina Machado como candidata.

Este análisis revela una táctica de influencia sobre la percepción pública, preparando el terreno para escenarios electorales aún inciertos. Marrero critica la interpretación de los porcentajes de apoyo a Machado, argumentando que hay un sesgo evidente en contra de su liderazgo real.

Sobre el liderazgo de Nicolás Maduro, Marrero fue contundente: «El liderazgo de Maduro es heredado. Siempre tiene que estar consensuando».

Esta observación destaca la naturaleza frágil del poder dentro del chavismo, donde Maduro ha tenido que eliminar progresivamente a figuras clave para asegurar su dominio. Marrero interpreta las acciones del gobierno como un intento de «generar abstención» y jugar con la falta de democracia a su favor.