La demanda presentada en Miami acusa a Manuel Rocha, ex diplomático estadounidense, de facilitar la muerte de Payá al proveer información a funcionarios cubanos.
En un acto que recalca la persistente lucha por la justicia y la verdad, Ofelia Payá, viuda del destacado disidente cubano Oswaldo Payá, fallecido en circunstancias misteriosas en 2012, ha interpuesto una demanda por muerte por negligencia contra Manuel Rocha, ex embajador de Estados Unidos en Bolivia, acusándolo de tener un papel crucial en la muerte de su marido. Payá murió cuando el vehículo en que viajaba se estrelló contra un árbol en el este de Cuba, en un incidente que el gobierno cubano atribuyó a un error del conductor, pero que testimonios y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sugieren fue provocado por agentes estatales.
La demanda, presentada en Miami, no solo busca justicia para Oswaldo Payá, sino que también resalta la profunda herida y el sentimiento de traición dentro de la comunidad de exiliados cubanos, quienes veían en Rocha un aliado. El documento acusa a Rocha de ser «cómplice» del «asesinato» de Payá, argumentando que su posición e influencia permitieron a la dictadura cubana actuar con impunidad. «Cuba no habría podido ejecutar a Payá con impunidad sin que el acusado conspirara y le proporcionara inteligencia y ayuda«, alega la demanda.
A pesar de la falta de pruebas directas presentadas en la demanda que vinculen a Rocha con la tragedia, se sugiere que su doble juego como diplomático y empresario contribuyó a fortalecer la revolución de Castro, incluso mientras mantenía una fachada de lealtad a Estados Unidos. Los esfuerzos de Rocha, según la acusación, incluían su papel como asesor especial del Comando Sur de EE.UU., desde donde presuntamente facilitó información crítica sobre Payá y su movimiento a favor de los derechos humanos en Cuba.
La revisión de cables diplomáticos por parte de la agencia AP revela que la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana informó repetidamente sobre las actividades de Payá, su financiación y sus interacciones con funcionarios estadounidenses, lo que sugiere una vigilancia constante sobre el activista y su red.
Oswaldo Payá, recordado por su incansable lucha por la libertad y los derechos humanos en Cuba, y por su proyecto Varela que buscaba promover la democracia en la isla, es venerado tanto dentro como fuera de Cuba. Su muerte no solo representó la pérdida de uno de los opositores más tenaces del régimen cubano, sino que también encendió una llama de desafío y búsqueda de justicia entre sus seguidores y la comunidad internacional.
La demanda presentada por Ofelia Payá y representada por Carlos Trujillo, refleja no solo el dolor de una viuda y su familia, sino también el clamor de una comunidad que exige responsabilidades y transparencia sobre las circunstancias que rodearon la trágica muerte de Oswaldo Payá. Este caso, emblemático de la lucha por los derechos humanos en América Latina, subraya la importancia de la perseverancia en la búsqueda de justicia, independientemente del tiempo que haya pasado desde el suceso.