El caso de Roony Bardghji desata polémica en Dinamarca y pone en jaque la credibilidad de uno de los periodistas más influyentes del fútbol.
La credibilidad de Fabrizio Romano, uno de los periodistas más seguidos y reconocidos en el mundo del fútbol, está siendo cuestionada en Dinamarca tras su reciente informe sobre Roony Bardghji, la joven promesa del FC Copenhague.
Romano, conocido por sus exclusivas en el mercado de fichajes, publicó en sus redes sociales, seguidas por millones, que Bardghji estaba siendo excluido del primer equipo debido a disputas contractuales, una afirmación que el Copenhague ha desmentido rotundamente.
Este incidente ha destapado un debate más amplio sobre la ética en el periodismo deportivo. Troels Bager Thogersen, comentarista de Tipsbladet, ha levantado la voz acusando a Romano de operar en una zona gris, donde el periodismo se entremezcla con intereses comerciales. «Sé que Fabrizio Romano es aclamado como un Dios en las redes sociales. Sólo tengo que decir que muy a menudo obtiene información de los agentes de jugadores y resulta ser el portavoz de su agenda», criticó Thogersen.
El caso de Bardghji, quien tras un gol contra el Manchester United se ha vinculado con grandes de Europa, pone de relieve las complejidades del periodismo deportivo en la era digital. Con Romano a la cabeza, se ha generado una industria paralela donde la información se convierte en moneda de cambio, y los límites entre la noticia y la promoción se difuminan.
En Dinamarca, la situación ha escalado hasta convertirse en objeto de investigación por parte de los medios locales, poniendo en tela de juicio no solo la veracidad de las informaciones de Romano sino también el modelo de negocio subyacente en su práctica periodística. Según Thogersen, el entorno de Bardghji podría estar utilizando a Romano para presionar al FC Copenhague, una estrategia que dista mucho de los principios del periodismo tradicional.
Mientras tanto, el modelo de negocio de Romano, donde se cobra por publicitar rumores de fichajes, atrae la atención sobre la influencia que pueden tener figuras mediáticas en las carreras de los futbolistas y las decisiones de los clubes. Este episodio abre un nuevo capítulo en la discusión sobre la ética periodística, la transparencia y el papel de los medios en el deporte moderno.