Según el fiscal Héctor Barros, no hay indicios de heridas de bala en el cuerpo de Ojeda, un dato que apunta hacia un escenario de secuestro y homicidio fuera de lo común.
La justicia chilena comenzó este lunes, en estricta reserva, la imputación de cargos a un joven venezolano de 17 años por su presunta implicación en el secuestro y homicidio de Ronald Ojeda, exmilitar venezolano.
El abogado de la familia de Ojeda, Juan Carlos Márquez, expresó su expectativa ante la audiencia reservada, anticipando la confirmación de sospechas en torno a un caso que ha mantenido en vilo a la opinión pública. «Esperamos participar en la audiencia que sabemos va a ser reservada y por tanto sujeta al secreto extremo en el cual se está manejando esta investigación», señaló Márquez.
La localización de los restos de Ojeda en una toma irregular de terreno en Maipú, enterrados bajo un bloque de cemento, ha sumado más misterio a un caso ya de por sí complejo. Según el fiscal Héctor Barros, el operativo policial que llevó al hallazgo no ha dejado indicios de heridas de bala en el cuerpo de Ojeda, un dato que apunta hacia un escenario de secuestro y homicidio fuera de lo común.
El fiscal nacional, Ángel Valencia, subrayó la delicadeza del caso para el Estado chileno y la necesidad de mantener la reserva en la investigación. «Es clave entender, quizás este es un tema cultural, ante tanta obsesión por la transparencia, que lo que es público es el procedimiento, son las audiencias, el juicio, pero la investigación, particularmente en casos tan graves como esos, tiene que ser reservada», explicó Valencia.
La narrativa sobre cómo Ojeda fue sacado de su casa casi desnudo por individuos vestidos de policía añade un elemento de drama y confusión al caso, alimentando especulaciones.