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En el epicentro nuclear: OIEA y Putin dialogan sobre la seguridad atómica en tiempos de guerra

La tensión creciente en Zaporizhzhia pone en alerta al mundo sobre los riesgos nucleares en el conflicto ucraniano.

La sombra de un desastre nuclear se cierne sobre Europa a medida que el conflicto en Ucrania intensifica los riesgos en torno a la central nuclear de Zaporizhzhia, controlada por fuerzas rusas. En este contexto de creciente inquietud global, Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sostuvo una crucial reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, para discutir cómo salvaguardar la seguridad nuclear en medio de la guerra.

«Una guerra hace que un accidente nuclear sea más posible», advirtió Grossi, enfatizando la importancia de su viaje a Rusia para dialogar directamente con Putin y abordar los desafíos de la no proliferación nuclear en la región. La guerra en curso y su proximidad a instalaciones nucleares añade una capa de complejidad a la ya delicada situación, haciendo imperativo un enfoque cauteloso y medidas concretas para prevenir un desastre.

Putin, por su parte, expresó su compromiso con la seguridad nuclear, asegurando la disposición de Rusia para «hacer todo lo posible» en este ámbito. Esta afirmación no solo refleja la postura rusa frente a las preocupaciones internacionales sino que también resalta el reconocimiento de la importancia estratégica y los riesgos asociados con la energía nuclear, especialmente en contextos de conflicto.

La central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, se encuentra en una posición precaria, convertida en un punto crítico dentro del conflicto ucraniano. Grossi calificó la situación de «muy precaria», refiriendo informes del personal del OIEA en la planta que han detectado un aumento en la actividad militar en sus inmediaciones. Este escenario plantea una amenaza no solo para la integridad física de la instalación sino también para la seguridad de toda la región.

La reunión entre Grossi y Putin, así como los diálogos mantenidos con el jefe de la agencia atómica rusa, Rosatom, Alexéi Lijachov, subrayan un esfuerzo por mitigar los riesgos y enfatizar la cooperación internacional en la gestión de la seguridad nuclear. La importancia de este encuentro radica en la urgencia de abordar los peligros que representa la guerra para las instalaciones nucleares y la necesidad de establecer mecanismos efectivos para su protección.

Este diálogo entre el OIEA y Rusia se produce en un momento en que la comunidad internacional observa atentamente la evolución del conflicto ucraniano y su potencial para desencadenar una crisis nuclear. Las garantías de seguridad ofrecidas por Rusia, junto con el monitoreo continuo por parte del OIEA, son pasos esenciales hacia la prevención de un accidente que podría tener consecuencias devastadoras a nivel global.

Mientras tanto, la presencia continuada del OIEA en Zaporizhzhia y el compromiso expresado por ambas partes para dialogar sobre la seguridad nuclear representan un rayo de esperanza en medio de la incertidumbre. La comunidad internacional permanece en vilo, esperando que la prudencia y la cooperación prevalezcan para asegurar un futuro seguro frente a la amenaza nuclear en tiempos de guerra.