El gobierno chileno intensifica esfuerzos para capturar a los implicados en el secuestro y asesinato de Ronald Ojeda Moreno, apuntando a conexiones internacionales.
La búsqueda de justicia en el caso del trágico secuestro y homicidio del refugiado venezolano Ronald Ojeda Moreno en Santiago, Chile, toma un nuevo giro con la participación de Interpol. La ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció la solicitud de órdenes internacionales de búsqueda para capturar a los sospechosos aún en fuga, marcando un paso decisivo en la lucha contra la impunidad en este resonante caso.
El crimen, que ha conmocionado tanto a la comunidad venezolana en Chile como a la sociedad chilena en general, se encuentra bajo una investigación marcada por el hermetismo y la gravedad. La Justicia chilena ha imputado a un joven venezolano de 17 años, revelando la profundidad de las conexiones criminales que trascienden fronteras, con posibles lazos con la notoria banda criminal Tren de Aragua.
La revelación de la ministra Tohá sobre la intervención de Interpol subraya la complejidad del caso y la necesidad de cooperación internacional para enfrentar redes criminales que operan más allá de las fronteras nacionales. «Las Policías han cursado órdenes de Interpol de búsqueda de personas que son sospechosas de haber participado en este delito», enfatizó Tohá, reforzando el compromiso del Estado chileno en llevar a los responsables ante la justicia.
El fiscal Héctor Barros, encargado de la indagatoria, y el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, no han descartado ninguna hipótesis. Ante la filtración de detalles sobre la investigación, la ministra Tohá advirtió sobre la gravedad de divulgar información protegida, resaltando que tales actos constituyen un delito. «Lo que hay detrás de una filtración es grave, es un delito y lo vamos a perseguir», declaró, recordando la importancia de mantener la integridad del proceso investigativo.