En un discurso marcado por la polarización, el presidente estadounidense defiende su gestión y critica las políticas de Trump.
En un Congreso dividido entre aplausos demócratas y abucheos republicanos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció un discurso del Estado de la Unión que resonará en la historia política reciente del país. Durante más de una hora, Biden defendió su gestión frente a la Casa Blanca, criticando abiertamente la retórica antiinmigrante impulsada por su predecesor, Donald Trump.
Biden, en su tercer encuentro ante los legisladores para rendir cuentas, no se guardó nada. «A diferencia de mi antecesor, sé quiénes somos como estadounidenses. Somos la única nación del mundo con un corazón y un alma que emana de lo viejo y de lo nuevo», afirmó, destacando la esencia inclusiva de Estados Unidos frente a las políticas divisivas.
Con la mirada puesta en las próximas presidenciales de noviembre, el presidente aprovechó la ocasión para delinear su visión de un país unido, capaz de superar las diferencias partidistas en pro de un bien común. A lo largo de su discurso, Biden abordó temas críticos como el conflicto en Ucrania, la asistencia a Israel y Gaza, la contención de Irán, y la necesidad de reformar el sistema de inmigración estadounidense.
Una de las frases más destacadas del discurso fue su mensaje a Vladimir Putin, en el contexto de la guerra en Ucrania: «Si alguien en esta sala piensa que Putin se detendrá en Ucrania, les aseguro que no lo hará. Pero Ucrania puede detener a Putin si la apoyamos y le proporcionamos las armas que necesita para defenderse».
En un emotivo llamado a la unidad y la acción, Biden propuso medidas audaces como la prohibición de las armas de asalto, la asistencia humanitaria a Gaza, y un impuesto mínimo para los multimillonarios, buscando reforzar la economía y la justicia social.
La crítica a la división y el extremismo político fue un tema recurrente, «Los insurrectos irrumpieron en este mismo Capitolio y colocaron un puñal en la garganta de la democracia estadounidense», señaló Biden, recordando los oscuros eventos del 6 de enero y subrayando la importancia de la verdad y la reconciliación en el tejido social estadounidense.
Con propuestas que van desde el refuerzo de la asistencia a Ucrania hasta la reestructuración fiscal para los más ricos, Biden delineó un camino hacia la recuperación y el progreso. A medida que Estados Unidos se acerca a otro ciclo electoral, el discurso del Estado de la Unión de Biden no solo marca la agenda política del momento, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la dirección futura del país.
Mientras el debate político continúa, el llamado a la unidad y la acción de Biden resuena como un recordatorio de los desafíos y oportunidades que enfrenta Estados Unidos.