Monseñor Jesús González de Zárate, líder eclesiástico, destaca la importancia de un proceso electoral conforme a la democracia y la Constitución.
En una intervención que marca el tono para el crucial año electoral que enfrenta Venezuela, Monseñor Jesús González de Zárate, arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), ha dejado claro el posicionamiento de la Iglesia católica frente al próximo proceso electoral. Durante una entrevista, el arzobispo ha resaltado la importancia de que las elecciones presidenciales del país se desarrollen en un marco de transparencia y respeto a las garantías constitucionales y legales.
«Ciertamente, este es un año decisivo para la democracia en nuestro país. Todo proceso electoral constituye una ocasión singular para que el pueblo venezolano, en quien según el artículo 5 de la Constitución reside de un modo intransferible la soberanía, pueda decidir su destino a través del sufragio», expresó González de Zárate, marcando la elección como un momento clave para el futuro democrático de Venezuela.
El líder religioso no solo abogó por un proceso electoral limpio, sino que también resaltó la necesidad de que este conduzca a los cambios profundos que el país necesita en materia económica, política y social. Refiriéndose a la Exhortación Pastoral de enero, el arzobispo remarcó la importancia de fortalecer los valores democráticos, lo que implica un respeto integral por las ideas y posiciones de todos los venezolanos.
La conversión a la que hace llamado Monseñor González de Zárate va más allá de lo electoral; es un llamado a superar las divisiones y a trabajar por una visión compartida de país. «Este debe ser un tiempo para buscar, entre todos los factores de la sociedad venezolana, un compromiso en el diseño de una visión compartida de país que, teniendo como centro, la dignidad e importancia de la persona humana, de todos y cada uno de sus habitantes», enfatizó.
Con un mensaje claro contra la «esclavitud» de los planteamientos repetidos y las falsas promesas, así como contra la persecución política y la violación de los derechos humanos, la voz de la Iglesia católica se suma al coro de aquellos que buscan un cambio significativo en la manera como se ejerce la política en Venezuela.