La destacada defensora de derechos humanos enfrenta un preocupante estado de indefensión tras un mes de detención en Venezuela.
Este sábado 9 de marzo marca un mes desde que Rocío San Miguel, prominente defensora de los derechos humanos y especialista en temas de defensa y seguridad, fue detenida en el Aeropuerto Internacional “Simón Bolívar” de Maiquetía. Tras 30 días de detención, su equipo legal de confianza aún no ha sido juramentado, lo que ha dejado a San Miguel en un alarmante “estado de indefensión”, como reiteradamente lo ha expresado Joel García, uno de sus abogados.
La noche del viernes, un mensaje de San Miguel, transmitido a través de sus seres queridos, reveló su estado de ánimo y postura frente a la situación: “Se mantiene fortalecida y muy confiada de su inocencia. Ella ha demostrado a través de su trabajo que es una mujer de paz y de diálogo. Solicita que se le ablande el corazón a la persona que toma las decisiones para que le conceda la pronta libertad”, compartió García en su cuenta de X.
Detenida en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) El Helicoide, San Miguel ha permanecido prácticamente incomunicada. Ha podido recibir solo dos visitas de su hija, Miranda Díaz San Miguel, mientras el acceso a sus abogados y familiares le ha sido negado, configurando un escenario de grave vulnerabilidad y aislamiento.
La situación de San Miguel no solo pone de relieve su personal estado de indefensión, sino que también enciende alarmas sobre el respeto a los derechos humanos y el debido proceso en Venezuela. La denuncia hecha el 27 de febrero por García subraya la urgencia de atención internacional y local sobre este caso y otros similares.