La prohibición de sobrevuelos afecta a aerolíneas argentinas, en medio de tensiones diplomáticas y una serie de acciones recíprocas entre ambos gobiernos.
En una medida que sorprendió a la industria aeronáutica y exacerbó las ya tensas relaciones diplomáticas entre Venezuela y Argentina, el régimen de Nicolás Maduro ha prohibido que los aviones con matrícula argentina sobrevuelen el espacio aéreo venezolano. Esta restricción, que afecta a todas las aerolíneas operativas en Argentina, incluida la estatal Aerolíneas Argentinas, señala un nuevo capítulo en el conflicto diplomático entre ambos países.
La disposición impide los sobrevuelos de cualquier aeronave registrada en Argentina, identificables por la letra LV en su matrícula, y ya ha tenido un impacto en vuelos privados y comerciales. Aerolíneas Argentinas, afectada en sus rutas hacia Punta Cana y Nueva York, ha indicado que, aunque el desvío representa una mínima afectación en tiempos de vuelo, el costo adicional aún está siendo evaluado.
Ante esta situación, Aerolíneas Argentinas ha notificado a la Cancillería argentina, que a su vez ha citado a la embajada venezolana en Argentina, liderada por Stella Lugo Betancourt, en busca de explicaciones y soluciones. El gobierno de Javier Milei, a través de la Cancillería, ha expresado formalmente su descontento mediante dos notas dirigidas a la representación diplomática venezolana en Buenos Aires, intentando que el mensaje llegue a Caracas.
La medida parece estar relacionada con el caso del avión iraní retenido en Argentina, según fuentes de Aerolíneas Argentinas. La restricción, inicialmente levantada tras una queja de la aerolínea, fue reimplementada sin explicaciones claras, dejando a la empresa y a las autoridades argentinas en busca de respuestas.
En respuesta a la actitud del gobierno chavista, la administración Milei prepara una presentación ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), buscando mediación en este conflicto diplomático. Sin embargo, las perspectivas de una solución pronta parecen desalentadoras, dadas las acciones recientes del gobierno argentino respecto a Venezuela, que incluyen la no designación de un embajador en Caracas y la ausencia de invitaciones a representantes venezolanos en eventos oficiales.
Este incidente aéreo no es aislado, sino que se inscribe en una serie de desencuentros y decisiones políticas que han tensionado las relaciones bilaterales. La situación de los aviones argentinos se suma a un contexto más amplio de reconfiguración diplomática y disputas entre Buenos Aires y Caracas, marcando un momento de incertidumbre en las relaciones entre ambos países sudamericanos.