Netanyahu califica de «absurdas» las demandas de Hamas mientras se prepara para operaciones en Rafah y envía una delegación a Qatar.
En una nueva vuelta de tuerca al ya largo historial de confrontaciones entre Israel y el grupo terrorista Hamas, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desestimó este viernes las propuestas de tregua presentadas por el grupo, calificándolas de «aún absurdas». La tensión escala mientras Israel aprueba planes de operaciones en Rafah y anuncia el envío de una delegación a Qatar para reanudar las negociaciones.
La oficina de Netanyahu comunicó oficialmente su postura tras una reunión del gabinete de guerra en la base militar de Kirya, en Tel Aviv. Según el comunicado, «Las demandas de Hamas aún son poco realistas», lo que ha llevado al Primer Ministro a movilizar una delegación hacia Doha, en un esfuerzo por reactivar el diálogo bajo nuevos términos.
Hamas, por su parte, presentó una propuesta que incluye la liberación de rehenes israelíes a cambio de la libertad de un número significativo de presos palestinos, algunos cumpliendo cadena perpetua. La liberación inicial propuesta por Hamas abarcaría a mujeres, niños, ancianos, y rehenes enfermos, a cambio de entre 700 y 1.000 palestinos detenidos en cárceles israelíes, marcando una de las demandas más audaces del grupo en años recientes.
Mientras tanto, el escenario internacional presiona por una solución pacífica al conflicto. Egipto y Qatar juegan roles cruciales como mediadores, intentando acercar posturas entre las partes. La crisis humanitaria en Gaza, con un cuarto de su población enfrentando hambruna, agrega urgencia a las negociaciones. El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, enfatizó este viernes los esfuerzos de su país por alcanzar un alto el fuego y advirtió sobre los riesgos de una incursión israelí en Rafah.
La comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, busca apoyar los esfuerzos para un alto el fuego inmediato y sostenido. La distribución de un borrador final por parte de Washington en el Consejo de Seguridad de la ONU resalta la presión internacional hacia una resolución pacífica, aunque las negociaciones parecen estar en un punto muerto.