CNE se carga a cinco partidos opositores: MUD y UNT quedan como opciones, por ahora
Una decisión del Consejo Nacional Electoral limita severamente las opciones de la oposición para las presidenciales de 2024, desatando controversias y tensiones políticas.
En un movimiento que ha sacudido el panorama político venezolano, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tomó la decisión de anular al menos cinco partidos políticos, impactando directamente en la capacidad de la oposición para postular candidaturas presidenciales. La noche del viernes, el directorio del CNE redujo significativamente el espectro político habilitado para participar en las elecciones presidenciales del 28 de julio, eliminando las tarjetas de partidos clave como Convergencia, el Movimiento al Socialismo (MAS), el Movimiento por Venezuela (MPV), el Partido Unión y Entendimiento (PUENTE) y GENTE.
La decisión, informada por los periodistas Eugenio Martínez y Vladimir Villegas, contó con el apoyo de los tres rectores chavistas del CNE -Elvis Amoroso, Carlos Quintero y Rosalba Gil- y sorpresivamente con la rectora de Un Nuevo Tiempo (UNT), Aime Nogal Méndez, dejando a Juan Carlos Delpino de Acción Democrática (AD) como el único rector que se opuso a la medida.
Este golpe a la pluralidad deja a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) con solo dos tarjetas para presentar su candidatura presidencial: la de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y la de Un Nuevo Tiempo (UNT). Sin embargo, la estabilidad de estas opciones permanece en la cuerda floja, especialmente después de que Luis Ratti, operador del madurismo, anunciara su intención de solicitar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) la «nulidad» de la tarjeta de la MUD, argumentando que «eso no es un partido político».
La maniobra del CNE ha encendido alarmas sobre «posibles jugadas del régimen» para manipular el terreno electoral a favor de sus intereses, como lo sugirió el periodista Alejandro Hernández días antes de la decisión. A pesar de las negativas de UNT de participar en «jugarretas» del régimen, la votación de su rectora en el CNE a favor de la eliminación de las tarjetas opositoras ha generado controversia y desconfianza dentro de la coalición opositora.
Esta acción del CNE no solo restringe las opciones de la oposición para las próximas elecciones presidenciales, sino que también plantea serias preguntas sobre la transparencia y la equidad del proceso electoral en Venezuela. En un país ya marcado por la polarización y las tensiones políticas, la eliminación de estas tarjetas podría profundizar aún más las divisiones y cuestionar la legitimidad de los futuros comicios.