Nuevas esperanzas en el horizonte: Israel y Hamás hacia conversaciones indirectas

GUERRA

En un giro crucial, Israel envía una delegación a Doha para negociar una tregua temporal y un posible intercambio de rehenes, marcando un momento decisivo en el conflicto.

En un movimiento significativo hacia la desescalada del conflicto en Gaza, el Gabinete de Guerra de Israel ha decidido enviar una delegación a Doha para entablar conversaciones indirectas con el grupo terrorista Hamás, bajo la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos. Este paso crucial, liderado por el director del Mosad, David Barnea, se centra en negociar una tregua temporal y un canje de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, marcando un momento potencialmente decisivo en el prolongado conflicto.

Con el respaldo del primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant, la delegación israelí busca «tiempo y flexibilidad» para mejorar el acuerdo propuesto, enfrentándose a la complejidad de las negociaciones, como el número de prisioneros palestinos a liberar y el aumento de la ayuda humanitaria a Gaza.

Este proceso de negociación indirecta llega en un momento delicado, con el Ramadán transcurriendo sin incidentes en Jerusalén pero con restricciones para los palestinos de Cisjordania. La posible tregua de seis semanas incluiría la liberación de 35 rehenes israelíes a cambio de 350 prisioneros palestinos, junto con la retirada israelí de ciertas áreas de Gaza para permitir el regreso de los desplazados.

Sin embargo, Israel mantiene firme su postura de no considerar un alto el fuego permanente, insistiendo en su objetivo de desmantelar a Hamás al finalizar cualquier acuerdo de tregua. Este enfoque refleja la complejidad y los desafíos de alcanzar una paz duradera en la región, mientras se equilibran las demandas de seguridad con las necesidades humanitarias y políticas.

Las discusiones en el Gabinete de Guerra y el Gabinete de Seguridad se producen en paralelo a protestas en Jerusalén y Tel Aviv, donde los ciudadanos exigen un acuerdo para la liberación de los rehenes. Este clamor público subraya la urgencia de encontrar soluciones que no solo aborden los aspectos militares del conflicto, sino también sus profundas ramificaciones humanitarias y sociales.

A pesar de los antecedentes de treguas temporales y canjes de prisioneros, el camino hacia una paz sustentable es intrincado, con más de 31.600 gazatíes muertos en más de cinco meses de guerra y una comunidad internacional observando atentamente.

Salir de la versión móvil