La trama que implica al ex presidente y su círculo cercano en la falsificación de documentos covid-19 abre un nuevo capítulo en las controversias legales que lo rodean.
La sombra de la controversia vuelve a envolver a Jair Bolsonaro, esta vez por alegaciones de fraude en el certificado de vacunación contra el covid-19, un giro que podría agravar aún más su situación legal. Según informes de la Policía Federal de Brasil, difundidos por medios locales, existe una supuesta red ilícita que habría beneficiado directamente al ex presidente y su entorno más cercano, involucrando desde militares hasta políticos y médicos en la falsificación de cartillas de vacunación para evadir restricciones sanitarias internacionales.
La investigación desentraña una compleja trama destinada a alterar registros de vacunación, implicando figuras clave como el teniente-coronel Mauro Cid, antiguo edecán de Bolsonaro, y el diputado federal Gutemberg Reis, miembro del partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB). Ahora, la decisión de llevar adelante una acusación formal recae en manos de la Fiscalía, que examinará las pruebas y determinará los pasos a seguir.
En medio de este escenario, Fábio Wajngarten, portavoz y abogado de Bolsonaro, ha salido al paso de las acusaciones, criticando la manera en que se han difundido las informaciones: “Es lamentable cuando las autoridades utilizan la prensa para comunicar un actor formal que lógicamente debería tener un revestimiento técnico y procesal y no mediático y parcial”, expresó en sus redes sociales, evidenciando el malestar del entorno del ex mandatario frente a las revelaciones.
Esta no es la primera vez que Bolsonaro enfrenta el escrutinio de la justicia.
Su gobierno (2019-2022) y postura frente a la pandemia han sido objeto de múltiples críticas, especialmente por su escepticismo hacia las vacunas y la minimización del impacto del virus. La ironía de que ahora se le acuse de falsificar documentos de vacunación no ha pasado desapercibida.
El ex presidente, que se trasladó a Estados Unidos justo antes de la toma de posesión de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, en enero de 2023, ha visto cómo sus problemas legales se multiplican desde su retorno a Brasil tres meses después. Esta nueva acusación añade otro capítulo a la ya compleja narrativa legal que rodea a Bolsonaro, poniendo en relieve las profundas divisiones y el debate continuo sobre su legado y conducta.