En medio de acusaciones y críticas, Iván Mordisco afirma que las disidencias de las FARC apoyaron la campaña de Gustavo Petro, marcando un nuevo capítulo en la política colombiana.
En un giro inesperado que ha sacudido el panorama político colombiano, el líder del Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC, conocido como Iván Mordisco, lanzó una bomba mediática al revelar que la organización guerrillera apoyó la campaña electoral del ahora presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Esta revelación llega en un momento crítico, justo después de que Petro criticara duramente a las disidencias por ataques recientes contra comunidades indígenas en Cauca.
En un mensaje directo y desafiante publicado en las redes sociales, Mordisco no solo admitió el apoyo brindado a Petro durante su campaña presidencial, sino que también lo acusó de traición.
«Cuando lo apoyamos en campaña no éramos traquetos. Además de traicionarnos, traicionó al pueblo que lo respaldó por su discurso progresista y de paz, hoy impulsa la guerra y el capitalismo”, escribió el líder guerrillero en X.
Este enfrentamiento verbal entre el mandatario colombiano y el jefe guerrillero se produce en un contexto de tensión y violencia que ha caracterizado la relación entre el gobierno y las disidencias de las FARC.
En un reciente discurso, Petro lanzó un ultimátum a las disidencias, advirtiéndoles que el Estado los enfrentará si siguen el camino de la violencia y el narcotráfico, evocando la figura de Pablo Escobar como un ejemplo negativo a evitar.
«El camino de Pablo Escobar no es el mismo camino del sacerdote Camilo Torres Restrepo, uno va para un lado y el otro va para el otro; el de Pablo va para asesinar a la gente y morir, y el del cura Camilo Torres va para servir al pueblo y ayudar a la vida», expresó el presidente.
Este cruce de acusaciones ha dejado al descubierto las complejas dinámicas y las alianzas frágiles que subyacen a la política colombiana. La revelación de Mordisco no solo cuestiona la integridad de la campaña de Petro, sino que también refleja las profundas divisiones y el continuo conflicto que afecta a Colombia, incluso en un momento en que el país busca avanzar hacia la paz y la reconciliación.