VETO ALTO AL FUEGO

Rusia y China vetan en la ONU alto al fuego en Gaza

En un enfrentamiento de narrativas y poderes, un proyecto estadounidense para un alto el fuego inmediato en Gaza choca con el muro del veto ruso y chino en el Consejo de Seguridad.

En un escenario que revela la complejidad de las dinámicas internacionales y el intrincado juego de poderes, un proyecto estadounidense buscando establecer un alto el fuego inmediato y duradero en la Franja de Gaza fue detenido este viernes en sus pistas por el Consejo de Seguridad de la ONU, tras enfrentarse al veto de Rusia y China.

La resolución, que llevaba un mes en negociaciones y pasó por al menos seis borradores, pretendía poner fin a los enfrentamientos, vinculando el cese de hostilidades a la liberación de los rehenes.

El embajador ruso Vassily Nebenzia, antes del voto, criticó duramente el texto propuesto, calificándolo de «hipócrita» y argumentando que no llamaba de manera explícita al silenciamiento de las armas, sino que se limitaba a considerar «imperativo un alto el fuego inmediato y sostenido para proteger a los civiles de ambas partes». Por otro lado, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield, denunció la decisión de Rusia y China como «cínica», acusándolos de preferir el fracaso estadounidense sobre el éxito del Consejo.

Esta situación subraya la división y las tensiones existentes dentro del Consejo de Seguridad, especialmente en el contexto de la guerra entre Israel y Hamás que comenzó el 7 de octubre, tras ataques terroristas de esta organización radical palestina contra Israel. A pesar de la oposición inicial de EE.UU. al uso del término «alto el fuego», finalmente optaron por presentar una resolución que enfatizaba «la necesidad de un alto el fuego inmediato y duradero para proteger a los civiles de todas las partes», además de apoyar «inequívocamente los esfuerzos diplomáticos internacionales para lograr dicho alto el fuego junto con la liberación de los rehenes aún retenidos».

El embajador ruso describió el proyecto como un «ejercicio retórico vacío» y una «luz verde» implícita para operaciones militares israelíes en Rafah, mientras que su homólogo chino, Zhang Jun, criticó el proyecto por ser «ambiguo» y «desequilibrado», argumentando que «impone condiciones para el alto el fuego».