El saldo fatal del atentado terrorista en la sala de conciertos de Krasnogorsk asciende a 137 muertos, incluyendo niños, en un día marcado por el duelo nacional.
En un desgarrador giro de eventos, Rusia se encuentra de luto tras el devastador ataque terrorista que golpeó la sala de conciertos Crocus City Hall en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, dejando una profunda cicatriz en el corazón de la nación.
El saldo fatal de este atentado ha sido elevado a 137 muertos, incluyendo a tres niños, según el último informe del Comité de Instrucción Ruso. Además, el Ministerio de Sanidad actualizó la cifra de heridos a 180, muchos de los cuales se encuentran aún recibiendo atención hospitalaria.
Este acto de violencia sin precedentes en la capital rusa ha movilizado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos para brindar ayuda y justicia a las víctimas y sus familias. Hasta el momento, se han identificado 62 cuerpos, mientras que los exámenes genéticos están en curso para establecer las identidades de las demás víctimas mortales.
El ataque ha sacudido no solo a los habitantes de Krasnogorsk sino a toda Rusia, llevando a declarar un día de duelo nacional. Los ciudadanos, sumidos en el dolor, han comenzado a llevar flores al lugar del atentado desde tempranas horas de la mañana, en un gesto de solidaridad y luto.
Mientras tanto, las banderas rusas ondean a media asta en todas las instituciones estatales, reflejando el sombrío estado de ánimo que envuelve al país.
La respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido rápida, resultando en la detención de once individuos relacionados con el ataque, incluyendo a cuatro que participaron directamente en la matanza.
El impacto del atentado va más allá de las cifras y las acciones gubernamentales; ha tocado las almas de innumerables personas, dejando a muchas en estado de shock. Algunos supervivientes tardaron más de un día en buscar ayuda médica, paralizados por el impacto del evento.