DARIEN

Travesía por el Darién: Un corredor por el que han pasado más de 100 mil personas este año

Panamá y Costa Rica fortalecen su cooperación ante el incesante flujo migratorio, marcado por un aumento significativo en el cruce de la selva del Darién.

La selva del Darién, ese corredor natural que se extiende entre Panamá y Colombia, se ha convertido en una de las rutas migratorias más desafiantes y transitadas para quienes buscan alcanzar Norteamérica. En los primeros tres meses del año, el flujo migratorio a través de esta densa jungla ha alcanzado cifras récord, superando los 101 mil migrantes, según informó Samira Gozaine, directora general del Servicio Nacional de Migración de Panamá.

La mayoría de estas personas provienen de Venezuela, Haití y Ecuador, aunque también hay significativas cifras de colombianos, chinos y migrantes de otras nacionalidades.

Gozaine destacó la realización de una reunión crucial con Costa Rica, donde se discutieron estrategias para manejar de manera efectiva este flujo migratorio. «Hay mucha gente con antecedentes penales lamentablemente… Esto ha permitido que estos meses que llevamos de cooperación casi 296 mil personas se han pasado de esta forma, logrando estabilidad en la zona fronteriza y mantener el orden», comentó la directora, señalando las complejidades que añade la criminalidad al ya difícil panorama.

La cooperación entre Panamá y Costa Rica ha resultado en el traslado ordenado de migrantes hacia Costa Rica, desde donde se facilita su paso hacia Norteamérica. Esta medida busca no solo aliviar la presión sobre las comunidades locales, sino también ofrecer un camino más seguro y organizado para los migrantes, alejándolos de actividades ilegales y peligrosas.

El Servicio Nacional de Migración de Panamá había advertido ya en febrero sobre un posible aumento del 20% en la migración a través del Darién para este año, comparado con 2023. La directora Gozaine recordó que el año pasado se registró una disminución en el número de migrantes debido a factores externos como el mal estado de los puentes y las lluvias intensas, pero este año el número ha crecido considerablemente.

Este aumento sostenido en el flujo migratorio subraya la urgencia de encontrar soluciones regionales e internacionales para un fenómeno que, lejos de disminuir, parece ganar dinamismo con cada año.