Japón refuerza su infraestructura aérea y marítima ante la presencia militar china
El Gobierno japonés destinará fondos para adaptar aeropuertos y puertos civiles para uso de las Fuerzas de Defensa y la Guardia Costera, en respuesta a las tensiones regionales.
En un movimiento estratégico para contrarrestar la creciente presencia militar china en su entorno, Japón ha anunciado planes para adaptar cinco aeropuertos y once puertos, preparándolos para ser utilizados por las Fuerzas de Defensa y la Guardia Costera del país en situaciones de emergencia.
Este desarrollo es parte de una política más amplia del Gobierno japonés que busca fortalecer su capacidad de respuesta rápida ante las amenazas que acechan en la región del Indopacífico.
Los aeropuertos de Naha, Miyazaki, Nagasaki, Fukue y Kitakyushu, todos ubicados al sur de Japón y estratégicamente cercanos a China y Taiwán, están incluidos en este plan de adaptación. Los puertos designados para «uso especial», distribuidos entre las regiones de Okinawa, Kyushu, Shikoku y hasta Hokkaido en el norte, verán ampliaciones en sus muelles, aunque mantendrán su uso civil predominante.
La asignación económica para este proyecto asciende a 35.000 millones de yenes (aproximadamente 231 millones de dólares), marcando un paso decisivo en la implementación de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Japón. Esta estrategia, adoptada en diciembre de 2022, simboliza el mayor giro en política de defensa del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial, alineando sus capacidades defensivas con las de otros países de la región, y desarrollando estrategias de contraataque.
Con un presupuesto de Defensa para el ejercicio 2024 duplicado, alcanzando una cifra récord de 7,7 billones de yenes, Japón evidencia su determinación de reforzar su postura de seguridad nacional.
Esta escalada en el gasto de defensa refleja la preocupación por las tensiones con Corea del Norte y, especialmente, con China, cuya influencia militar en el área ha sido motivo de alarma.
El fortalecimiento de la infraestructura aérea y marítima es un claro indicativo del enfoque proactivo de Japón hacia la seguridad regional. Mediante la adaptación de aeropuertos y puertos para su uso en escenarios de defensa, Japón busca asegurar una capacidad de despliegue rápido y efectivo de sus fuerzas en caso de necesidad, aumentando así su poder disuasorio ante posibles amenazas. En un contexto de creciente incertidumbre y tensión en el Indopacífico, estas medidas subrayan el compromiso japonés con la paz y la estabilidad en la región.