La OTAN refuerza su compromiso con Ucrania frente a incertidumbres futuras

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Ante la posible vuelta de Trump y la crisis de municiones en Ucrania, la OTAN busca ampliar su rol en la seguridad ucraniana con un nuevo plan de asistencia.

En un movimiento estratégico para solidificar su apoyo a Ucrania, los ministros de Exteriores de la OTAN han acordado este miércoles en Bruselas avanzar hacia un rol más prominente de la Alianza en la coordinación de la seguridad y el entrenamiento ucraniano. Este acuerdo llega en un momento crítico, con la sombra de una posible presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y la creciente preocupación por la escasez de municiones en Ucrania como telón de fondo.

«Los aliados han acordado avanzar en la planificación para que la OTAN tenga un papel mayor en la coordinación de la asistencia de seguridad y el entrenamiento”, declaró Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, marcando el inicio de una nueva fase en el compromiso de la Alianza con Ucrania. Los detalles específicos de esta iniciativa se esperan concretar en las próximas semanas, prometiendo un apoyo más estructurado y predecible a largo plazo.

La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, mencionó la propuesta de crear un fondo sustancial para Ucrania, valorado en 100.000 millones de euros a lo largo de cinco años, lo cual establecería «un marco institucional más robusto y duradero» para el apoyo a Ucrania. Este plan busca no solo asegurar una ayuda más sostenible sino también garantizar «un reparto justo de la carga» entre los aliados.

La actual coordinación de la ayuda militar internacional para Ucrania está principalmente en manos de Estados Unidos a través del «grupo de Rammstein», una coalición de aproximadamente cincuenta países. Sin embargo, la iniciativa de la OTAN busca institucionalizar y fortalecer este marco de asistencia, especialmente ante la inminente cumbre de líderes de la OTAN en julio en Washington, donde se espera tomar una decisión final al respecto.

Mientras tanto, la urgencia de este apoyo se hace eco en las palabras de Stoltenberg, quien señaló las consecuencias directas de la falta de un acuerdo en el Congreso estadounidense para continuar el financiamiento a Kyiv. «Los ucranianos no se están quedando sin valor, se están quedando sin municiones”, afirmó, subrayando la importancia crítica del apoyo económico a Ucrania no como caridad, sino como una inversión en la seguridad colectiva.

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