El expresidente aboga por dejar la legislación sobre el aborto en manos de los estados, marcando su postura tras la anulación de Roe vs. Wade.
En un cambio significativo en el debate sobre el aborto en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha lanzado un nuevo video en el que sostiene que la regulación del aborto debería recaer en manos de los estados, un enfoque que subraya la división en curso sobre este tema polarizador en el país.
Trump, quien se atribuye el crédito por la anulación del fallo de la Corte Suprema de Roe vs. Wade, expresa en el video su convicción de que la cuestión del aborto ha regresado a donde pertenece: «en los corazones, las mentes y el voto de la gente en cada estado». Esta declaración sugiere un alejamiento de las propuestas de prohibición federal, favoreciendo en cambio un mosaico de legislaciones estatales que reflejen la voluntad de sus ciudadanos.
«Muchos estados legislarán de forma diferente, y eso es lo que serán. Al final del día, todo esto se trata de la voluntad del pueblo», dijo Trump, reconociendo la diversidad de opiniones que existen a lo largo y ancho del país respecto al aborto. Este enfoque federalista ofrece a los estados la libertad de adoptar políticas más conservadoras o liberales, dependiendo de las preferencias de sus electores.
La posición de Trump ha provocado reacciones mixtas, incluyendo críticas de prominentes grupos antiabortistas como Susan B. Anthony Pro-Life America, que abogan por protecciones nacionales para los no nacidos. Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo, expresó su decepción, destacando que «los niños no nacidos y sus madres merecen protecciones nacionales».