Josep Borrell acentúa la urgencia de un fondo de defensa común en la UE ante la amenaza de guerra

BORRELL

El alto representante para la política exterior y de seguridad de la UE destaca la necesidad de independencia y fortalecimiento de la seguridad europea.

En un momento de incertidumbre global donde la sombra de una guerra convencional de alta intensidad se cierne más real que nunca, Josep Borrell, el alto representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, ha lanzado una llamada de atención sobre la urgente necesidad de prepararse para evitar cualquier confrontación bélica. Durante un desayuno informativo organizado por el Foro Nueva Economía, Borrell ha hecho énfasis en la importancia de contar con los medios adecuados para disuadir a cualquier adversario potencial, incluida la creación de un fondo de defensa común que fortalezca la postura de seguridad europea.

Con la presencia de altos funcionarios y embajadores europeos, Borrell ha señalado que la seguridad de Europa ya no puede depender exclusivamente del «paraguas» de protección ofrecido por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. La variabilidad en la administración estadounidense pone en relieve la necesidad de que Europa construya su propia capacidad de defensa y asuma la responsabilidad de su seguridad. Este llamado a la acción no solo responde a la volatilidad actual de las relaciones internacionales sino que también marca el inicio de una nueva etapa en la construcción europea, centrada en la seguridad y defensa comunes.

La OTAN, descrita por Borrell como «irremplazable», sigue siendo fundamental para la seguridad en Europa, pero el alto representante subraya la necesidad de adaptar la organización y reforzar el pilar europeo dentro de ella. La guerra en Ucrania ha expuesto crudas realidades, incluida la amenaza rusa, que no pueden ignorarse. Europa debe, por lo tanto, avanzar hacia una integración más profunda en materia de defensa, siguiendo el ejemplo del mercado común y la unión económica establecidas previamente.

Borrell también ha resaltado el desafío de la dependencia europea en materia de defensa, particularmente en lo que respecta a las compras de armas. Con el 80% de todas las adquisiciones de armamento de la UE provenientes de fuera de sus fronteras, y la gran mayoría de estas de Estados Unidos, la necesidad de una industria de defensa europea fuerte y unificada es más apremiante que nunca. Esto no solo reduciría la dependencia externa sino que también evitaría la fragmentación en el mercado de defensa de la UE.

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