La controversia del «plan de paz» de Trump para Ucrania: Capitulación de Kyiv

TRUMP ZELENSKY

Donald Trump promete resolver el conflicto ucraniano en 24 horas, proponiendo concesiones territoriales que generan debate.

El expresidente y actual candidato republicano Donald Trump ha vuelto a estar en el centro de la polémica al revelar las líneas generales de su prometido «plan de paz» para Ucrania, que asegura podría poner fin al prolongado conflicto en menos de 24 horas si regresa a la Casa Blanca. Según fuentes cercanas al plan divulgadas por The Washington Post, Trump buscaría presionar a Kyiv para ceder los territorios de Crimea y la región del Dombás a Rusia, un giro radical respecto a la política de la administración Biden, que ha proporcionado asistencia militar a Ucrania frente a la agresión rusa.

La propuesta ha desatado un sinfín de críticas y escepticismo, no solo por considerar el conflicto como meramente territorial, sino también por las posibles implicaciones para la seguridad europea y el orden mundial. Según Fiona Hill, exasesora de Trump sobre Rusia, el enfoque del plan minimiza las repercusiones más amplias del conflicto, tratándolo como una disputa territorial y no como un asunto que concierne al futuro de la seguridad en Europa.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha manifestado previamente su rechazo a cualquier forma de cesión territorial, lo que pone en duda la viabilidad de un acuerdo de paz bajo los términos propuestos por Trump. Expertos como Emma Ashford, del Centro Stimson, han advertido que tal intercambio sería políticamente inviable para Ucrania, además de no ofrecer garantías contra futuras hostilidades rusas.

Trump ha criticado repetidamente el apoyo estadounidense a Ucrania, argumentando que el conflicto no representa un interés estratégico vital para Estados Unidos y que Europa debería asumir la mayor parte de la responsabilidad financiera del apoyo militar a Ucrania. Esta postura refleja la tendencia de su política exterior, marcada por la preferencia por las cumbres llamativas y un enfoque personalista de la diplomacia.

La relación entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha sido objeto de larga especulación y análisis, con Trump expresando admiración por Putin a lo largo de su carrera política. Esta admiración se ha mantenido incluso frente a acciones controvertidas de Rusia, como la anexión de Crimea, el apoyo a separatistas en el Dombás y la intervención militar en Siria. La respuesta de Trump a la invasión rusa de Ucrania en 2022 y su reticencia a criticar a Putin públicamente han reforzado las críticas a su postura hacia Rusia y su enfoque de la política exterior.

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