En una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, Guterres subraya la prohibición de represalias violentas y pide calma tanto a Irán como a Israel.
En una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general, António Guterres, hizo un llamado enfático a Irán e Israel para que se adhieran a la ley internacional y eviten acciones de represalia que puedan conducir a una escalada de violencia. Este encuentro fue convocado en respuesta al reciente ataque de Irán a Israel, un acto justificado por Teherán como represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco.
António Guterres, en su discurso, no solo recordó a los estados miembros que «las acciones de represalia que incluyen el uso de fuerza» están prohibidas bajo la ley internacional, sino que también subrayó la fragilidad de la situación en Oriente Medio. “Ni la región ni el mundo pueden permitirse otra guerra”, declaró Guterres, quien insistió en la “responsabilidad común” de la comunidad internacional para prevenir un conflicto mayor.
El secretario general expresó su preocupación por la posibilidad de una escalada en múltiples frentes en Oriente Medio, donde «los civiles ya están pagando el precio más alto». Este comentario resuena particularmente en un momento en que la violencia ya ha cobrado numerosas vidas y desplazado a miles de personas en la región.
En la sesión, a la que fueron invitados los representantes de Irán, Israel y Siria, Guterres también hizo referencia a la necesidad de lograr un alto el fuego en Gaza, garantizar la liberación de los rehenes en manos de Hamás y prevenir un deterioro de la situación en Cisjordania.
El ataque de Irán, que Guterres describió como “un ataque de gran escala”, y el bombardeo de Israel al consulado iraní el 1 de abril, que viola la inviolabilidad diplomática, fueron criticados por el líder de la ONU. Estas acciones han puesto en evidencia la urgencia de diálogo y moderación para evitar que la situación actual desemboque en un conflicto más amplio y destructivo.