José Sánchez, alcalde del cantón Camilo Ponce Enríquez, fue asesinado a tiros, marcando otro episodio violento en la creciente inseguridad que enfrenta Ecuador.
En un trágico incidente que resalta la creciente ola de violencia en Ecuador, José Sánchez, alcalde del cantón Camilo Ponce Enríquez, en la provincia andina de Azuay, fue asesinado a tiros este miércoles. El ataque se produce en un contexto de conflicto armado interno, recientemente declarado por el presidente Daniel Noboa, dirigido a combatir las bandas del crimen organizado responsables de múltiples actos violentos en el país.
El prefecto provincial, Juan Cristóbal Lloret Valdivieso, confirmó la noticia a través de las redes sociales expresando su conmoción y tristeza: «Entre sollozos e impotencia, funcionarios municipales me acaban de corroborar el asesinato a sangre fría del compañero alcalde del cantón Camilo Ponce Enríquez». Lloret Valdivieso también pidió a las autoridades que actúen rápidamente para dar con los responsables de este crimen que ensombrece a la comunidad de Azuay y a todo Ecuador.
El comunicado emitido por la Alcaldía de Camilo Ponce Enríquez lamentó profundamente el suceso, indicando que el alcalde fue víctima de un acto de violencia que refleja la grave situación que atraviesa el país. «En un hecho de violencia, de los que atraviesa el país en estos días, el alcalde fue baleado y producto de ello perdió la vida», menciona el comunicado.
Según reportes de medios locales, en el ataque perpetrado por presuntos sicarios no solo perdió la vida el alcalde Sánchez, sino que también se reportaron dos víctimas mortales adicionales, aunque este detalle aún no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades.
Este asesinato se suma a una serie de ataques recientes que han cobrado la vida de varios líderes locales en Ecuador, un país que lucha por contener la violencia ligada al narcotráfico y al crimen organizado. La comunidad internacional y los ciudadanos ecuatorianos están cada vez más alarmados por la escalada de violencia que parece desafiar las medidas de seguridad actuales.
El presidente Noboa ha prometido tomar medidas enérgicas para restaurar la paz y el orden, pero este último incidente pone en duda la eficacia de las estrategias implementadas hasta ahora y plantea serias preguntas sobre la capacidad del gobierno para proteger a sus funcionarios y ciudadanos.