Annalena Baerbock, ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, pide medidas adicionales y sanciones durante la reunión del G7 en Italia.
La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, hizo un llamado urgente este jueves para que el G7 responda de manera contundente al reciente ataque de Irán contra Israel. Desde la pintoresca isla de Capri, Italia, donde se lleva a cabo una reunión ministerial del grupo, Baerbock destacó la necesidad de medidas adicionales y sanciones para abordar lo que describió como un incidente sin precedentes.
«Debemos evitar una escalada, pero es claro que debe haber una respuesta a este acto sin precedentes. Estamos debatiendo medidas adicionales aquí en el G7», afirmó Baerbock. Estas declaraciones se producen en un momento de alta tensión en el Medio Oriente, donde la estabilidad se ve constantemente amenazada por conflictos y agresiones.
Durante la reunión, los países miembros del G7 —Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón e Italia, este último presidiendo actualmente el grupo— discutieron la posibilidad de imponer sanciones individuales contra las personas involucradas en la cadena de suministro de misiles y drones iraníes, según informaron fuentes del ministerio italiano de Exteriores.
El respaldo a esta iniciativa no se hizo esperar por parte de Josep Borrell, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, quien también estuvo presente en la reunión. «Tendremos que revisar el régimen [de sanciones ya en vigor contra Irán] para que sea más efectivo», comentó Borrell, añadiendo que «desde julio de 2023, hay un límite impuesto a todas las empresas europeas para exportar a Irán componentes que permiten producir armas, y vamos a ampliarlo».
Este encuentro en Capri se produce después de que Irán lanzara más de 350 drones y misiles contra Israel en la noche del sábado al domingo, en represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco, un ataque atribuido a Israel que resultó en la muerte de siete miembros de los Guardianes de la Revolución. La mayoría de estos proyectiles fueron interceptados y destruidos, pero el incidente marcó la primera vez que Irán lleva a cabo un ataque directo contra Israel, escalando significativamente las tensiones en la región.
El G7 se enfrenta ahora al desafío de formular una respuesta que sea efectiva sin exacerbar un ya volátil escenario internacional, buscando equilibrar la necesidad de seguridad con el deseo de evitar una mayor escalada del conflicto.