Los presidentes de EE.UU. y México coordinan esfuerzos para abordar el flujo migratorio en su frontera común, enfocándose en la seguridad y los derechos humanos.
Este lunes, los gobiernos de Estados Unidos y México anunciaron, a través de un comunicado conjunto, que sus presidentes, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, han acordado implementar medidas inmediatas para abordar los cruces irregulares de migrantes en la frontera que comparten. Esta decisión se produce tras una llamada telefónica el domingo, donde los mandatarios instruyeron a sus equipos de seguridad nacional a cooperar estrechamente.
Biden y López Obrador han pedido a sus respectivos equipos «trabajar juntos para implementar de inmediato medidas concretas con el fin de reducir significativamente los cruces fronterizos irregulares y al mismo tiempo proteger los derechos humanos». Este compromiso también incluye iniciativas para atacar las causas fundamentales de la migración en el continente, con un enfoque en «aumentar la prosperidad y la seguridad» regional, que ambos líderes consideran esenciales para resolver a largo plazo la crisis migratoria.
Las «medidas inmediatas» específicas no han sido detalladas por la Administración de Biden, pero previamente se ha ejercido presión sobre México para que intensifique las operaciones destinadas a interrumpir las rutas migratorias hacia el norte, especialmente en trenes de carga. Estas medidas parecen haber tenido un impacto inicial, ya que la llegada de migrantes a la frontera sur de EE.UU. se redujo durante enero y febrero.
No obstante, la eficacia a largo plazo de estas políticas aún está por verse, considerando que recientemente más de 1.000 migrantes llegaron a Ciudad Juárez a bordo del tren conocido como ‘La Bestia’, lo que sugiere que los desafíos continúan. Esta situación se desarrolla en un contexto de tensión creciente y atención política, ya que ambos países se preparan para elecciones presidenciales este año.
Este acuerdo refleja un intento de los líderes de ambos países por manejar un tema delicado y urgente de una manera que respete los derechos humanos mientras se intenta controlar la migración irregular. La colaboración entre EE.UU. y México será clave para cualquier avance significativo en esta área compleja y desafiante.