Aunque las agencias estadounidenses no vinculan directamente a Putin con la muerte del opositor ruso, la situación en la prisión ha sido descrita como una «sentencia de muerte».
Las agencias de inteligencia del gobierno de Estados Unidos han llegado a la conclusión de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, «probablemente» no ordenó directamente la muerte del opositor Alexéi Navalny, según informó NBC News. Navalny, quien falleció en una prisión del Ártico el pasado mes de febrero, había sido una figura central en la oposición al gobierno ruso.
A pesar de la falta de evidencia directa que vincule a Putin con el fatal desenlace, los investigadores estadounidenses sugieren que al enviar a Navalny a una colonia penal de alta seguridad, el Kremlin efectivamente impuso una «sentencia de muerte» al líder opositor. Este punto de vista refleja un amplio consenso entre diversas agencias de inteligencia.
El presidente Joe Biden previamente había responsabilizado a Putin por la muerte de Navalny, lo que llevó a su administración a imponer varias sanciones contra Rusia como forma de represalia. Sin embargo, el Gobierno ruso ha negado cualquier involucramiento en el envenenamiento de Navalny en 2020 y su posterior muerte.
El Servicio Penitenciario Federal de Rusia informó que Navalny murió después de sentirse mal tras una caminata, aunque su salud había sido una preocupación constante. Navalny había sobrevivido a un intento de envenenamiento en 2020 y su estado físico se deterioró significativamente durante una huelga de hambre entre marzo y abril de 2021.
Las agencias estadounidenses no han podido determinar la causa exacta de la muerte de Navalny, lo que deja muchas preguntas sin responder sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento mientras cumplía una condena de 30 años y medio de prisión.