Sólo una fracción de los migrantes venezolanos logró inscribirse en el Registro Electoral para las elecciones del 28 de julio debido a obstáculos burocráticos.
En un contexto de masiva migración venezolana, solo una pequeña porción de los más de 7 millones de venezolanos en el exterior podrá ejercer su derecho al voto en las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Según el periodista Eugenio Martínez, del total de 7.722.579 migrantes y refugiados venezolanos registrados por la ONU en noviembre de 2023, apenas 69 mil están habilitados para votar, lo que representa una drástica reducción comparado con las cifras de participación en elecciones anteriores.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela reveló que de este total, 6.528 venezolanos lograron inscribirse o actualizar sus datos en el Registro Electoral (RE) para votar desde el exterior. De estos, solamente 508 son nuevos votantes, mientras que 6.020 cambiaron su centro de votación a consulados venezolanos en diferentes países, enfrentando múltiples obstáculos impuestos por el régimen actual.
España lidera en número de nuevas inscripciones con 97 personas, seguido de cambios significativos de residencia que involucran a 1.732 personas. Sin embargo, en Colombia, donde reside la mayor población de migrantes venezolanos, solo se permitió la inscripción de 25 nuevos votantes y 248 cambios de residencia.
En otros países como México, Chile y Argentina, las cifras también fueron bajas, con 768, 593 y 440 venezolanos, respectivamente, que lograron inscribirse o actualizar sus datos. Estos números son indicativos de las barreras impuestas por el gobierno venezolano, que incluyen la exigencia de documentos y requisitos no previstos por la ley, además de horarios de atención limitados en los consulados.
La cifra de 69 mil venezolanos habilitados para votar en julio de 2024 es notablemente inferior a los 107 mil que estaban empadronados para las elecciones de 2018. Además, para estas elecciones, el CNE ha excluido a más de 40 mil venezolanos inscritos en Estados Unidos y Canadá, lo que ha generado preocupaciones sobre la transparencia y la inclusión en el proceso electoral.