El Departamento de Estado impone restricciones severas a entidades rusas por el uso de cloropicrina y gas lacrimógeno contra fuerzas ucranianas.
Estados Unidos ha lanzado formalmente acusaciones contra Rusia por el uso de armas químicas en el conflicto con Ucrania, específicamente de cloropicrina y gas lacrimógeno, en violación de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ). En respuesta, el Departamento de Estado ha anunciado nuevas y extensas sanciones dirigidas a entidades gubernamentales y empresas rusas vinculadas a los programas de armas químicas y biológicas del país.
Según un comunicado del miércoles, el Departamento de Estado de EE.UU. ha determinado que «Rusia ha utilizado el arma química cloropicrina contra las fuerzas ucranianas», además de emplear «agentes antidisturbios» en el contexto bélico, lo cual también constituye una violación de la CAQ. Estos hallazgos coinciden con informes de las tropas ucranianas que han experimentado un incremento en los ataques con gas y otras sustancias químicas irritantes en el frente.
La embajada rusa en los Países Bajos ha negado estas acusaciones, afirmando que «no hay armas químicas en los arsenales del Ejército ruso», una afirmación respaldada por investigaciones internacionales, según reportes de la agencia estatal de noticias TASS.
El uso de cloropicrina, un agente que fue ampliamente utilizado durante la Primera Guerra Mundial y que ahora se emplea principalmente en la agricultura, causa irritación en los pulmones, los ojos y la piel, y puede provocar síntomas severos como náuseas, vómitos y diarrea durante semanas.
Como parte de las medidas adoptadas bajo una ley de 1991 contra el uso de armas químicas y biológicas, EE.UU. ha reimpuesto restricciones significativas que afectan la financiación militar extranjera a Rusia, así como las líneas de crédito del gobierno estadounidense y las licencias de exportación de artículos de defensa y otros artículos sensibles para la seguridad nacional destinados a Rusia.
Además, se han impuesto sanciones a tres entidades gubernamentales rusas y a cuatro empresas que han contribuido a los organismos gubernamentales relacionados con los programas de armas químicas y biológicas. Este anuncio se suma a casi 300 nuevas sanciones contra empresas y personalidades de varios países por apoyar la guerra de Rusia en Ucrania.