A pesar de la presión inflacionaria, la Reserva Federal decide no alterar las tasas de interés, dejándolos en el nivel más alto en más de dos décadas.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles que dejará las tasas de interés sin cambios, manteniéndolos en un rango de 5.25% a 5.5%, el nivel más alto registrado en los últimos 23 años. Esta decisión surge en un contexto en el que la inflación aún no muestra signos de acercarse al objetivo deseado del 2%.
En su último comunicado, la Fed expresó cierta apertura a la posibilidad de reducir las tasas de interés en el futuro, pero subrayó que cualquier ajuste dependerá de un avance más significativo hacia la reducción de la inflación. «En los últimos meses, ha habido una falta de avances adicionales hacia el objetivo de inflación del 2%», afirmó la entidad, indicando que cualquier reducción de las tasas no será considerada apropiada hasta que se logre una mayor confianza en que la inflación está en camino hacia su meta.
La decisión fue tomada por los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) al finalizar su reunión de dos días, marcando un momento crucial para la economía estadounidense, que ha visto un crecimiento más lento de lo esperado en el primer trimestre del año con un incremento del PIB de solo 1.6%.
El índice de precios al consumo (IPC) también fue un factor crucial en esta decisión. Aunque la inflación interanual se situó en el 3.5% en marzo, lo cual representa una mejora desde el pico del 9.1% en junio de 2022, sigue estando muy por encima del objetivo de la Fed.
Por otro lado, el mercado laboral en Estados Unidos sigue mostrando fortaleza, con la creación de 303.000 nuevos puestos de trabajo en marzo, superando las expectativas de los analistas y reafirmando la robustez del empleo en el país.