Cuatro exmandatarios, incluido el Nobel de Paz Juan Manuel Santos, expresan preocupación por las consecuencias de la decisión de Gustavo Petro.
La decisión del presidente colombiano Gustavo Petro de romper relaciones diplomáticas con Israel ha provocado un torrente de críticas de cuatro expresidentes colombianos, incluido el Nobel de Paz Juan Manuel Santos. Este movimiento, anunciado por Petro como una respuesta a lo que describió como un «genocidio» contra los palestinos, ha suscitado preocupaciones significativas sobre las repercusiones para Colombia en varios frentes.
Juan Manuel Santos, quien lideró Colombia entre 2010 y 2018, recordó su decisión de reconocer a Palestina como un Estado, subrayando el compromiso histórico de Colombia con la solución de los dos Estados. «Romper relaciones con Israel para nada contribuye a esa solución y tiene consecuencias negativas para los colombianos», enfatizó Santos, haciendo hincapié en la importancia de mantener una política exterior que defienda la resolución pacífica de conflictos.
Álvaro Uribe, presidente de 2002 a 2010 y conocido por su postura firme en política exterior, también expresó su desacuerdo con la medida. Según Uribe, romper relaciones tanto con Israel como con Palestina sería perjudicial, y abogó por el reconocimiento mutuo y la coexistencia pacífica de ambos Estados.
Iván Duque, mandatario de Colombia de 2018 a 2022, calificó la decisión de Petro de «torpeza» y criticó al actual presidente por lo que considera una «validación del terrorismo de Hamás». Duque argumentó que la decisión de romper lazos históricos constituye una «afrenta al pueblo judío» y refleja una «arrogancia e ignorancia en el manejo de la política exterior». Andrés Pastrana, quien gobernó Colombia entre 1998 y 2002, fue igualmente crítico, describiendo la decisión como «demencial» y alegando que sitúa a Colombia del lado de lo que él denomina «el eje del mal», integrado por Hamás, Rusia, Irán y Venezuela