En un intento por crear una «zona de seguridad», las fuerzas rusas avanzan en territorio ucraniano enfrentando la resistencia de Kyiv.
Este viernes, Rusia intensificó su ofensiva en el noreste de Ucrania, lanzando una operación terrestre en la región de Járkov, en un esfuerzo por romper las líneas de defensa establecidas por Kyiv, según informó el Ministerio de Defensa ucraniano.
Las fuerzas rusas lograron avanzar aproximadamente un kilómetro en territorio ucraniano y continúan sus esfuerzos para expandir su control. Según las autoridades ucranianas, el objetivo principal de Moscú con esta ofensiva es establecer una «zona de seguridad» que prevenga ataques hacia la región rusa de Bélgorod.
«El enemigo intentó romper nuestras líneas de defensa utilizando vehículos blindados», declaró un portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, quien también confirmó que aunque los ataques iniciales fueron repelidos, los combates continúan con «diversa intensidad» en la región. Como respuesta, Ucrania ha desplegado unidades de reserva para reforzar la defensa de las áreas más vulnerables.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, describió la situación como una «feroz batalla», destacando que «Rusia lanzó una nueva oleada de acciones contraofensivas en esta zona. Ucrania les respondió con tropas, brigadas y artillería». Zelenski compartió estas declaraciones durante una rueda de prensa en Kiev, resaltando la gravedad del conflicto actual.
La violencia ha llevado a la evacuación de los habitantes de Vovchansk, una localidad con cerca de 3.000 personas, y otras áreas fronterizas en la región de Járkov, debido a «bombardeos masivos», informó Tamaz Gambarashvili, jefe de la administración militar local. Estas evacuaciones se suman a los desafíos humanitarios ya existentes en la región, que ha sufrido bajo el yugo del conflicto desde el inicio de la invasión rusa.
La región de Járkov, especialmente su capital homónima, la segunda ciudad más grande de Ucrania, ha sido un punto focal del conflicto, sufriendo bombardeos regulares en los últimos meses. Esta nueva ofensiva subraya la continuidad de la tensión y la inestabilidad en la frontera entre Ucrania y Rusia, con consecuencias profundas para los civiles atrapados en medio.