Con 143 votos a favor, la Asamblea General de la ONU aprueba la adhesión de Palestina como estado de pleno derecho, aunque sin poder de voto.
En una jornada marcada por discursos intensos y opiniones divididas, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó este viernes a favor de otorgar a Palestina un estatus mejorado como estado de pleno derecho, aunque sin poder de voto. La propuesta, impulsada por Emiratos Árabes Unidos y copatrocinada por países como España y Noruega, recibió un apoyo mayoritario con 143 votos a favor, 25 abstenciones y nueve en contra, incluyendo a Estados Unidos e Israel.
La resolución no vinculante busca dar un espaldarazo a la posición de Palestina en el escenario internacional, extendiendo sus competencias más allá del estatus de «estado observador no miembro» que actualmente posee. Sin embargo, especifica que Palestina no tendrá derecho a voto ni capacidad para presentarse a cargos en organismos de la ONU, manteniendo ciertas limitaciones en su actuación dentro de la Asamblea General.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, expresó su rechazo a la decisión, calificándola de «absurda» y acusando a la ONU de premiar a los «terroristas de Hamás» y fomentar la violencia. Katz criticó el sesgo percibido de la organización y lamentó que la decisión se aleje de la realidad, insistiendo en que la verdadera paz solo puede ser alcanzada a través de negociaciones directas, un proceso que Israel ha evitado reanudar durante décadas.
Por su parte, Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, acogió con satisfacción el resultado de la votación, interpretándolo como un apoyo a los esfuerzos palestinos para lograr una plena integración en las Naciones Unidas. Este acontecimiento representa un paso significativo en la larga búsqueda palestina de reconocimiento internacional, a pesar de las claras divisiones que sigue suscitando entre los estados miembros de la ONU.