Berlín justifica la medida como un derecho de defensa ante los ataques coordinados desde Rusia contra la región de Járkov.
Este viernes, Steffen Hebestreit, portavoz del canciller alemán Olaf Scholz, anunció que Ucrania podrá utilizar las armas entregadas por Alemania en territorio ruso cercano a su frontera. La decisión se produce en respuesta a los ataques que Rusia ha lanzado contra la región de Járkov. «Estamos convencidos de que Ucrania tiene derecho, en virtud del derecho internacional, a defenderse de estos ataques», manifestó Hebestreit durante una rueda de prensa con medios alemanes.
Hebestreit explicó que Rusia ha preparado y llevado a cabo ataques desde posiciones en la zona de Járkov, particularmente desde la región fronteriza rusa. «Ucrania puede utilizar las armas suministradas para este fin de acuerdo con sus obligaciones legales internacionales, incluidas las suministradas por nosotros», señaló el portavoz.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, aclaró que esta autorización se centra en la lucha defensiva en torno a Járkov, debido a la proximidad de la frontera. «La cercanía de la frontera hace especialmente evidente la necesidad de una defensa robusta en esa área», comentó Pistorius.
Por su parte, el Kremlin reaccionó rápidamente, afirmando que Ucrania ya ha intentado atacar objetivos en territorio ruso con armas de fabricación estadounidense. «Sabemos que, en general, ya se está intentando atacar el territorio ruso con armas de fabricación estadounidense», declaró Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, en una rueda de prensa.
Moscú expresó su desconocimiento sobre los detalles de la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de autorizar a Kyiv el uso de armas estadounidenses contra territorio ruso. Tras esta decisión, Alemania también dio luz verde a Ucrania para emplear sus armas en la región fronteriza rusa.
Rusia ha acusado a la OTAN de escalar las tensiones al alentar los ataques ucranianos contra objetivos en territorio ruso con armamento occidental. El Kremlin advirtió a los aliados de Kyiv que esta escalada «tendrá inevitablemente sus consecuencias y, como resultado final, causará un gran daño a los intereses de aquellos países que decidieron escalar las tensiones».