La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, sube en las encuestas, mientras Macron enfrenta posibles desafíos en el Parlamento.
A tres días de una votación parlamentaria de alto riesgo, Francia se encuentra en medio de una incertidumbre política significativa, con la extrema derecha ganando terreno en las encuestas. Según los resultados de varias encuestadoras, el presidente Emmanuel Macron podría enfrentarse a una tensa «cohabitación» con un primer ministro de un partido de la oposición, o encontrarse con un Parlamento incapaz de producir una mayoría estable para gobernar la segunda economía de la Unión Europea.
Las encuestas sugieren que los votantes podrían dar a la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen más del 32 por ciento de apoyo, mientras que una alianza de izquierdas podría alcanzar hasta el 30 por ciento. El jueves (27.6.2024), la encuestadora Harris Interactive Toluna pronosticaba que el RN estaba al alcance de la mayoría absoluta. Sin embargo, otros sondeos indican que el partido podría quedarse corto de lograrla.
En todas estas encuestas, se espera un notable incremento de la participación con respecto a los comicios de 2022. En aquella ocasión, en la primera vuelta acudieron a las urnas el 47,5 por ciento de los inscritos en las listas electorales. Ahora, los institutos de sondeos estiman que la participación podría situarse entre el 63 por ciento y el 66 por ciento, lo que refleja un aumento significativo en el interés de los votantes.
La posibilidad de que la Agrupación Nacional de Le Pen obtenga una mayoría absoluta o una posición dominante en el Parlamento plantea un desafío directo a la administración de Macron. Una cohabitación obligaría a Macron a compartir el poder ejecutivo con un primer ministro de la oposición, complicando la implementación de sus políticas y su capacidad para gobernar de manera efectiva.
La situación actual refleja un momento crítico para la política francesa, con posibles repercusiones en toda la Unión Europea. La incertidumbre sobre el resultado final de la votación parlamentaria y la posible fragmentación del Parlamento podrían llevar a un período de inestabilidad política en Francia.
Con el aumento de la participación electoral y el ascenso de partidos extremos, los próximos días serán cruciales para definir el futuro político de Francia y la dirección que tomará el país en los próximos años.