El ministro de Defensa, Rustem Umerov, anuncia la creación de una unidad de voluntarios ucranianos en Europa para reforzar el agotado Ejército ucraniano.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, anunció que los ucranianos en Polonia y otros países de la Unión Europea podrán unirse a la defensa de su país firmando un contrato con las fuerzas armadas. Esta iniciativa forma parte de un acuerdo de seguridad bilateral entre Ucrania y Polonia, firmado en Varsovia por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Según Umerov, la nueva unidad especial de voluntarios se entrenará en territorio polaco y estará equipada con armas occidentales antes de ser desplegada en el frente en Ucrania. «Animamos a todos los ucranianos que se encuentren en Europa a unirse a la Legión ucraniana», añadió el ministro, aunque no especificó cuántos hombres espera reclutar.
Ucrania, cuyo ejército está agotado tras más de dos años y medio de invasión rusa, busca reforzar sus filas. Las autoridades han intensificado la movilización interna y ahora intentan reclutar entre los cientos de miles de hombres ucranianos que viven en Europa, especialmente en Polonia y Alemania.
La mención de la formación en Europa y del armamento moderno es un intento de convencer a los posibles reclutas, dado que el Ejército ucraniano sufre por la falta de equipos debido a los retrasos en la ayuda occidental. Además, circulan rumores sobre el envío inmediato al frente de reclutas jóvenes sin entrenamiento adecuado y mal equipados.
El resentimiento generado por la movilización se ha agravado por escándalos de corrupción en el Ejército, incluyendo sobornos para evitar la movilización. Kyiv estima que hay 300.000 hombres ucranianos en edad de combatir actualmente en Polonia.
El presidente Volodimir Zelenski aseguró este martes en Washington que 43 personas murieron en Ucrania por unos 40 misiles lanzados el lunes contra varias ciudades y poblados. La capital ucraniana está de luto tras los bombardeos rusos que dejaron decenas de muertos y destruyeron el mayor hospital pediátrico del país, Okhmatdyt.
El bombardeo del hospital infantil conmocionó a Ucrania tras más de dos años de guerra. «Dirigir intencionalmente ataques contra un hospital protegido es un crimen de guerra», denunció la subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios, Joyce Msuya. Estos incidentes son parte de un patrón preocupante de ataques sistemáticos contra centros de salud y otras infraestructuras civiles en Ucrania, destacó durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Zelenski indicó que los trabajos de rescate en los sitios de los ataques continúan y que los pacientes de Okhmatdyt fueron trasladados a otros sitios. «Luchamos para conseguir más defensa antiaérea y más aviones F-16», afirmó el presidente.
En Kiev, los bombardeos golpearon un hospital, una clínica privada y edificios residenciales, dejando al menos 33 muertos, incluyendo cuatro menores. El papa Francisco expresó su «profundo dolor» por los ataques a estos centros médicos, según un comunicado del Vaticano.
El gobierno ucraniano afirmó que un misil de crucero ruso Kh-101 impactó contra el hospital pediátrico, aunque Rusia asegura que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos. Naciones Unidas sostuvo que existía una «gran probabilidad» de que el hospital pediátrico sufrió el «impacto directo» de un misil ruso.
El presidente ucraniano indicó que cerca de 400 socorristas y cientos de voluntarios trabajaban en el hospital de Okhmatdyt para despejar los escombros y buscar sobrevivientes. En un edificio residencial del barrio de Syrets, al menos 12 personas, incluidas cuatro niños, murieron, según el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Siete personas murieron en un bombardeo contra la clínica privada Adonis, y en el hospital Okhmatdyt, dos adultos murieron y 32 personas resultaron heridas. La paz es «de suma importancia» y «la guerra no puede resolver los problemas», subrayó el primer ministro indio, Narendra Modi, al presidente ruso Vladimir Putin.
El Ejército ruso continúa ganando terreno en la línea de frente e intenta aprovechar las dificultades de Kyiv para reponer sus filas y obtener más armas de Occidente. Moscú reivindicó este martes la toma de Iasnobrodivka, en el este de Ucrania, según el Ministerio ruso de Defensa.
En la zona fronteriza rusa de Belgorod, los bombardeos ucranianos dejaron al menos cuatro muertos en las últimas 24 horas, según el gobernador regional.