Ucrania prohíbe organizaciones religiosas con vínculos rusos

IGLESIA DOS

El Parlamento ucraniano aprueba una ley que busca romper la influencia rusa en el país, en un movimiento clave hacia la independencia espiritual.

En un paso decisivo hacia la afirmación de su soberanía, el Parlamento de Ucrania aprobó este martes una ley que prohíbe el funcionamiento de organizaciones religiosas con fuertes vínculos con Rusia, lo que podría llevar a la ilegalización de la Iglesia ortodoxa subordinada a Moscú. Esta medida, votada por 265 diputados y descrita como «histórica» por la diputada Irina Guerashchenko, es considerada por sus impulsores como una cuestión de seguridad nacional.

«¡Decisión histórica! El Parlamento votó un proyecto de ley que prohíbe una filial del país agresor en Ucrania», celebró Guerashchenko en Telegram, subrayando que la iniciativa no es una cuestión de religión, sino de proteger la integridad del país frente a la influencia rusa. El jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak, también destacó la importancia de la decisión, afirmando que «no habrá Iglesia moscovita en Ucrania».

El proyecto de ley, que ha estado en preparación durante casi un año, debe aún ser firmado por el presidente Volodimir Zelenski para entrar en vigor. La legislación establece que la Iglesia ortodoxa rusa es considerada una extensión ideológica del régimen ruso, cómplice de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, lo que justifica su prohibición en territorio ucraniano.

Esta decisión se enmarca en un contexto de creciente tensión entre Ucrania y Rusia, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, que contó con el apoyo explícito del Patriarcado de Moscú. La Iglesia ortodoxa subordinada a Moscú, que antes era la más popular en Ucrania, ha perdido fieles rápidamente en los últimos años, a medida que el sentimiento nacional ucraniano ha ganado fuerza.

La ley otorgará un plazo de nueve meses a las parroquias afectadas para que rompan sus lazos con la Iglesia ortodoxa rusa. Sin embargo, el proceso de eliminación de las parroquias vinculadas a Moscú podría extenderse durante meses o incluso años, ya que la prohibición de cada una deberá ser aprobada por un tribunal, según explican expertos ucranianos.

Desde Moscú, la reacción no se hizo esperar. Maria Zajarova, portavoz de la diplomacia rusa, condenó la votación, acusando a Kyiv de intentar «destruir la ortodoxia canónica y verdadera» y reemplazarla con una «falsa Iglesia». No obstante, la medida es vista en Kyiv como un paso necesario para reforzar la independencia espiritual de los ucranianos y reducir la influencia rusa en el país.

Esta votación llega apenas diez días después de que el presidente Zelenski anunciara que se tomarían medidas para fortalecer la independencia espiritual de Ucrania, una prioridad en medio del conflicto con Rusia. Con la firma de la ley, Ucrania dará un paso significativo en la consolidación de su identidad nacional y su autonomía frente a la influencia del Kremlin.

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